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Dejar de fumar con acupuntura

11/1/2017

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Aunque el uso de la acupuntura para dejar de fumar es quizá una de las aplicaciones más conocidas en occidente de esta terapia, reconozco que yo era un poco reacia a los tratamientos para dejar el tabaco ya que siempre me ha parecido que es mucho más importante la decisión firme de dejar de fumar que tenga la persona en cuestión que el propio tratamiento. Sin embargo, los buenos resultados que un tratamiento reciente ha tenido con una persona que quería dejar el tabaco ha hecho que cambie de opinión, ya que he podido comparar los resultados entre dejar de fumar con acupuntura y hacerlo por otros medios y he comprobado que los beneficios que aporta la acupuntura para estas personas son indiscutibles.

Hay una cosa, no obstante, que tiene que estar clara. El deseo de dejar de fumar tiene que ser firme. Si la persona no lo tiene claro, no tiene en realidad muchas ganas de dejarlo, quiere probar a ver que pasa.....las posibilidades de que no funcione son elevadas. Pero esto es así con acupuntura y con cualquier otro método.

Por tanto, lo primero: el deseo de dejar de fumar tiene que ser real y firme. Si no es así, yo no recomendaría empezar un tratamiento porque seguramente no va a servir. Mejor esperar un poco y convencerse realmente de que se quiere dejar el tabaco.

Una vez que el primer punto está claro, entonces si, con acupuntura se puede ayudar y mucho. Con anterioridad al caso que comentaba al principio, ya había realizado antes otros tratamientos para dejar de fumar ya que, lo dicho, al ser una de las aplicaciones más conocidas de la acupuntura en occidente, son tratamientos relativamente demandados. Sin embargo, en todos los casos fueron personas que nunca antes habían probado otros métodos para esta adicción mientras que la persona actual ya había hecho hace unos años otro tratamiento, en aquel caso con parches de nicotina. El tratamiento funcionó, aunque pasado un tiempo esta persona retomó el hábito y ahora, asustada porque le encontraron unos nódulos en la garganta, quiso probar de nuevo esta vez con ayuda de la acupuntura. Como ya había probado hace unos años con otro método, ha podido hablarme de las diferencias que ha notado entre un tratamiento y otro y esto es lo que me ha llevado a escribir este artículo.

Esta persona la vez anterior utilizó parches de nicotina y lo cierto es que lo consiguió pero, según me decía, durante el tiempo que estuvo con los parches notó una serie de efectos secundarios o más bien, diría yo, las reacciones de su cuerpo al proceso de desintoxicación del tabaco. Durante este proceso se encontró con cierta ansiedad, aunque pudo controlarla lo suficiente para no recaer en el tabaco, pero sobre todo según me comentaba, se levantaba con muy mal sabor de boca “como cuando la noche anterior has estado de fiesta y has fumado muchísimo” según me decía ella misma. Además cierto malestar en el estómago, sequedad de garganta y toses con flemas. Todo esto, como comentaba, pienso que entra dentro de lo normal pues el cuerpo se está limpiando y expulsando toxinas, por lo que no es raro que aparezca ansiedad, mal sabor de boca, sequedad, flemas.....todo lo que ella tenía. Pero cual no sería mi sorpresa, y no digamos la de ella, cuando ninguna de estas cosas se ha presentado esta vez utilizando acupuntura.

En mis tratamientos para dejar de fumar, al igual que con el resto de tratamientos, hago un diagnóstico completo de medicina china y no me limito a utilizar los puntos que está comprobado que sirven contra el tabaquismo: se usan, entre otros, puntos para tranquilizar, para tonificar el hígado para que el cuerpo se limpie y de pulmón por razones obvias. Pero además, viendo a la persona al completo que es desde mi punto de vista como se trabaja correctamente en el campo de la salud, hacemos un trabajo profundo fijándonos en todo lo que es necesario regular en esa persona.

En el caso del tratamiento del que estoy hablando por ejemplo, ella se decidió a dejar el tabaco asustada por la aparición de unos nódulos en la garganta: pues es claro que tendré que tratar también el desequilibrio de base que le ha llevado a desarrollar nódulos, aparte del tabaco. Otra cosa es que una vez acabado el tratamiento para dejar de fumar se quiera seguir regulando el cuerpo o no pero eso ya es otro tema.

En el caso que nos ocupa, el primer día que llegó a mi consulta tenía la voz completamente ronca y esto, por ejemplo, desapareció después de la primera sesión y no ha vuelto a aparecer mientras ha durado el tratamiento. Además esta persona en los últimos meses había engordado un poco y acababa de empezar un régimen. Aunque no era muy estricto, le daba miedo que la ansiedad de dejar el tabaco fuera a hacerle comer más y engordar aun más kilos. Pero no, ha estado tranquila todo el rato, sin nada de ansiedad y ha podido con las dos cosas a la vez, su régimen más dejar de fumar.

Una de las cosas que me ha gustado mucho oírle es que se sentía muy bien después de las sesiones, tranquila y equilibrada. Ella traía el propósito firme de no fumar ni un cigarro desde la primera sesión y, aunque le dije que no se agoviara, que de primeras podía mantener algún cigarro, digamos los “clave” en los fumadores como el de después de comer con el café, ha mantenido su propósito y no ha fumado ninguno. Y lo bueno es que decía que no tenía ganas “físicas” de fumar. Lo único que ha echado de menos ha sido la adicción que produce la costumbre: sentarse después de un trabajo y tomarse un descansito con un cigarro en la mano, por ejemplo, así que para eso se ha buscado sustitutos: coger un palito, tener en la mano unas bolas chinas...cosas así.

En definitiva, aunque los tratamientos que hice anteriormente también fueron bastante bien, el poder comparar las diferencias en la misma persona con y sin acupuntura, ha sido para mi revelador por lo que ahora recomiendo a todo aquel que quiera dejar de fumar que pruebe a hacerlo con esta terapia que, una vez más, me ha demostrado que funciona maravillosamente bien.

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DOLOR DE RODILLAS

5/10/2016

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Hace tiempo que estaba con la idea de escribir un artículo sobre el dolor de rodillas y su tratamiento dado que no estoy de acuerdo con la solución que se da al problema en muchos de los casos. Resulta muy frecuente que se aconseje que se refuercen los músculos de las piernas, especialmente el cuádriceps, con ejercicios con pesas con el fin de contrarrestar una supuesta debilidad de la articulación a base de trabajar la musculatura. Esta recomendación la he escuchado también en el caso de gente operada de menisco y con el mismo razonamiento: como no tienes menisco, debes proteger la rodilla fortaleciendo la musculatura.

Tengo que decir que, según mi opinión y basándome en la experiencia de buenos resultados con un tratamiento muy diferente, considero esta recomendación totalmente errónea y contraproducente en la mayoría de los casos.

Ciertamente no todos los dolores de rodillas tienen el mismo origen por lo que lo primero que hay que hacer es distinguir la procedencia del dolor. Si se trata de una artritis, es decir, inflamación de la articulación que puede ser por causas diversas, de una artrosis o simplemente (si podemos decirlo así) de una sobrecarga de la articulación por “exceso”: personas muy deportistas, por ejemplo, que hagan un uso digamos “excesivo” de esta articulación: montañeros, ciclistas, corredores, karatecas, etc, etc. O también gente con sobrepeso que simplemente sobrecargan la articulación debido al peso excesivo que ésta aguanta.

En este caso quiero referirme a dolor en las rodillas por “exceso”: sobrecargas de la articulación y artrosis. Los casos de artritis tendrían un tratamiento distinto teniendo que indagar primero en el origen de la artritis. Para estos casos estaría muy recomendada la acupuntura, técnica con la que podemos disminuir la inflamación y tratar el origen de ésta regulando el propio cuerpo.

Pasando a los problemas de rodillas por sobrecarga:

Hay que saber que la articulación de la rodilla está rodeada por los tendones de muchos de los músculos de la pierna. Los grandes músculos que vienen de arriba, de la cadera, pasan casi todos por encima de la articulación de la rodilla e insertan sus tendones abajo, en la tibia o el peroné. Entre otros tenemos músculos largos y potentes como el cuádriceps por delante y los isquiotibiales por detrás además de los aductores y abductores en los laterales del muslo. De los que forman parte del extremo inferior de la pierna el que afecta a la rodilla es el gemelo, que nace en la parte posterior del fémur por detrás y recorre toda la zona dorsal de la pierna hasta el talón. Todos estos músculos son fuertes y potentes y en la mayoría de los casos suelen estar bastante tensos y acortados incluso aunque no seamos deportistas ya que están siempre trabajando al ser los músculos que nos permiten andar y sostenernos.

Muy a menudo, como decía, para aliviar problemas en las rodillas suele recomendarse que se fortalezcan sobre todo cuádriceps e isquiotibiales con la idea de que una musculatura fuerte proteje la articulación. Yo sin embargo pienso que la mayoría de las veces lo que hay que hacer es lo contrario: el cuádriceps, los isquiotibiales y generalmente casi todos los demás músculos de la pierna, lo que suelen estar es demasiado tensos y acortados. Estos músculos acortados, al pasar sobre la articulación de la rodilla, lo que hacen es tensionarla y hacer que el femur presione con fuerza sobre la tibia, y la rótula sobre el fémur haciendo que la articulación esté muy “apretada” por decirlo de una manera muy visual. Una articulación que está así de apretada no tiene el espacio adecuado para trabajar sin rozamientos excesivos y además está ejerciendo demasiada presión sobre los meniscos que están entre fémur y tibia, pudiendo llegar a romperlos. Y si esto ocurre es muy fácil que terminen apareciendo problemas más graves, como artrosis, ya que al deteriorarse el menisco que hace de almohadilla entre los dos huesos grandes de la pierna, estos rozan el uno con el otro que es lo que da lugar a las artrosis.

Y ocurre que si fortalecemos a base de pesas un músculo que ya está tenso y acortado, lo que pasa es que se tensa y acorta todavía más resultando que la solución que se da para aliviar el dolor no es tal sino que resulta contraproducente. Otra cosa es que la musculatura esté débil y en este caso sí habría que fortalecerla pero creo que no se da mucho ésto en músculos como los de las piernas que siempre están trabajando, salvo en el caso de periodos de inmovilidad como enfermedades largas, roturas de huesos, etc, etc.

Lo que yo recomiendo para el dolor de rodillas por exceso son sesiones en las que se relajen los músculos, justamente todo lo contrario de tensarlos más. Y para eso el tratamiento consistiría en masaje profundo del tejido conectivo, que es un tipo de masaje muy efectivo para tratar todo tipo de tensiones musculares, estiramientos de toda la musculatura de la pierna, para que al recuperar cada uno de los músculos la longitud que debe tener dejen de presionar en exceso sobre la articulación y, si se quiere, alguna sesión de acupuntura para ayudar a que la circulación energética de las piernas recupere la fluidez óptima, lo que desde luego va a ayudar al buen resultado del tratamiento. En este caso, sin embargo, un tratamiento de acupuntura por si solo no sería suficiente ya que lo más importante es conseguir que la articulación no esté presionada más de la cuenta por la musculatura y para eso es fundamental el trabajo manual a base de estiramientos y masaje.

¿Y en el caso de sobrepeso y artrosis ya instauradas podríamos aplicar el mismo tratamiento? pues si, se puede y seguramente los resultados sean favorables solo que si hay sobrepeso, mientras este continúe estando, es el propio peso del cuerpo el que presiona la articulación, aunque seguramente unido también a acortamientos musculares, por lo que para un resultado idóneo posiblemente habría que perder peso, además del tratamiento que propongo.....y en el caso de artrosis, si no hay cartílago o éste está deteriorado, está claro que no vamos a poder recuperarlo, igual que si el hueso ha empezado a crecer desordenadamente esto no vamos a poder cambialo pero, liberando a la articulación de la presión extra que ejercen sobre ella unos músculos tensos y acortados, si podremos obtener mejorías importantes y posiblemente evitar o al menos retrasar que la articulación siga degenerando.


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Esta primavera ¡Adelantate a las alergias!

3/24/2015

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Con la primavera de nuevo encima vuelve para muchas personas el gran problema de esta estación: la alergia al polen. Nariz taponada, picores, lagrimeo, estornudos y demás síntomas que, aunque en general no suelen ser graves, si son lo suficientemente molestos para no dejar disfrutar plenamente de esta época por lo demás tan agradable. Y en algunos casos si son tan fuertes como para impedir visitas al campo, o incluso a parques, con personas que presentan cuadros de crisis asmáticas fuertes por lo que tienen que permanecer la mayor parte del tiempo en lugares cerrados.

Este problema desgraciadamente está cada vez más extendido, aparece a edades cada vez más tempranas e incluso se presenta, cada vez más, en épocas distintas a la primavera. Creo que el origen de las alergias está en la exposición cada vez mayor de nuestra sociedad a productos químicos artificiales para los que nuestro organismo no tiene capacidad de reacción. Y como estos están por todas partes, aire, alimentos, productos de limpieza, cosméticos, etc, parece un problema difícil de erradicar.

En este caso como en muchos otros, sobre todo en enfermedades crónicas, la medicina occidental no ofrece soluciones muy satisfactorias. Hay vacunas que a algunas personas parecen irle bien pero a otras no les hacen nada y sino, medicamentos para paliar los síntomas: broncodilatadores, gotas para los ojos, antihistamínicos...todo esto puede estar bien y puede ser necesario en momentos de crisis agudas pero a largo plazo no parece ser muy efectivo....¡salvo las vacunas en los casos en que funcionan!

Yo, desde mi punto de vista de la medicina china, propondría regular el organismo para que sea éste el que luche contra la alergia en lugar de hacerle depender de sustancias ajenas al cuerpo que, por otro lado, son también productos químicos artificiales que se suman a todos los demás y que, creo, a la larga, contribuyen a hacer el problema más grave. Aunque la exposición a productos químicos no desaparece, un organismo regulado, y por tanto sano, fuerte, tiene muchas más posibilidades de aguantar  a los productos químicos y no desarrollar alergias.

Por tanto, yo propondría trabajar en dos frentes:

1- Regular el organismo para que sea capaz de luchar por si mismo contra la alergia. Este es un objetivo a más largo plazo. Si se consigue regular completamente el organismo la alergia puede llegar a desaparecer. Como mínimo, podemos conseguir que sea mucho más leve.

2- Trabajar para paliar los síntomas. Según cuales sean estos, picor, estornudos, ojos llorosos, naríz taponada, etc, se puede trabajar con los meridianos que corresponden a cada síntoma y con puntos concretos que tienen acciones específicas para disminuir todo lo posible los síntomas que están activos en ese momento. Este objetivo es a más corto plazo. Los síntomas van a disminuir en pocas sesiones pero, si no cumplimos el objetivo a más largo plazo de regular el organismo, la alergia no va a desaparecer y volverá más adelante.

En realidad ambos objetivos están unidos. Si se empieza a trabajar con acupuntura y se hace un tratamiento consecuente basado en un diagnóstico de medicina china, aunque se hagan sesiones en las que hagamos incapié en los síntomas, lo cual puede ser necesario si estos son muy fuertes, el organismo va a empezar a regularse por lo que ya estamos cumpliendo los dos objetivos.

Eso si, si se abandona el tratamiento en cuanto los síntomas disminuyen, lo más seguro es que éstos vuelvan a aparecer porque con pocas sesiones normalmente no es suficiente para que los cambios se hayan asentado en el organismo.

En cuanto al número de sesiones que serán necesarias....es imposible decirlo....depende  entre otras cosas de la intensidad de la alergia y el tiempo que se lleve con ella. Por supuesto no es lo mismo si se lleva con la alergia una o dos temporadas que si se lleva toda la vida. El primer caso normalmente será mucho más fácil de regular que el segundo.   No obstante, si se trabaja bien,  lo normal es que los dos casos respondan positivamente y que ambos noten cambios a mejor con pocas sesiones.

En cualquier caso si se consigue que al menos esta primavera los síntomas sean menores ¡ya habrá valido la pena!
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ACUPUNTURA DURANTE LA MENOPAUSIA Y LA PERIMENOPAUSIA

12/14/2014

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Ante todo aclarar un punto fundamental: la menopausia no es una enfermedad, que es la idea a la que prácticamente nos han acostumbrado en esta sociedad patriarcal. Esta idea está tan arraigada en nuestras mentes que el primer título que pensé para el artículo fue: “Menopausia y perimenopausia. Tratamiento con acupuntura”...¡un momento! dijo una vocecita allá en el fondo de mi conciencia ¿tratamiento? ¡eso implica enfermedad! 


Nada de enfermedad. La menopausia es una etapa más en el desarrollo de una mujer: después de unos 35 a 40 años de vida fértil, el cuerpo entra en otra fase en la que la fertilidad ya no es importante, ha pasado a manos de las hijas, y la mujer puede dejar de lado la preocupación por la descendencia y pasar a ocuparse de otros menesteres que ya no tienen que ver, o no deberían tener que ver, con esa descendencia.

Este fin de la etapa fértil empieza el cuerpo a prepararlo alrededor de los 40 años, durante el periodo premenopausico, y es un proceso que dura unos diez años y que lleva a la finalización de las reglas -la menopausia- alrededor de los 50. Después de la menopausia propiamente dicha, el cuerpo continua un cierto tiempo terminando todos los ajustes hormonales necesarios para la nueva etapa no fértil -que no por ello menos plena- en la vida de una mujer. Este sería el periodo postmenopaúsico. En total premenopausia, menopausia y postmenopausia constituirian el periodo perimenopausico.

A nivel físico, los cambios que se producen en el cuerpo de una mujer durante todo el periodo perimenopausico tienen que ver con un cambio en la cantidad y proporción de hormonas que produce el cuerpo. Aunque la visión tradicional de nuestra sociedad occidental es que con la menopausia aparece un déficit patológico en la producción de estrógenos y progesterona, la realidad es muy distinta: lo que se produce es un cambio en la cantidad y proporción de estas dos hormonas así como de otras dos: la hormona luteinizante y la folículo-estimulante, igualmente importantes tanto durante el ciclo reproductor como después, y a las que sin embargo parece que no se tiene en cuenta durante la menopausia puesto que nunca se habla de ellas. Como la explicación sobre todo el complejo cambio hormonal que se produce en el cuerpo femenino a lo largo de los diferentes ciclos excede la intención de éste artículo, recomiendo para las que tengan interés en informarse más sobre éste y otros temas relacionados con la menopausia leer el siguiente y magnífico blog dedicado a este tema: http://menobl.blogspot.com.es/ 

Aunque toda esta reorganización hormonal es un proceso natural lo cierto es que hasta que todos los cambios se llevan completamente a cabo - y ya hemos visto que todo el proceso puede durar un mínimo de 10 años- se producen una serie de reacciones físicas que no por normales dejan de ser molestas: son los famosos “síntomas de la menopausia” en los que se basan los tratamientos hormonales sustitutivos (con hormonas sintéticas) a los que se ha sometido a la mayoría de la población femenina postmenopausica en los últimos años. 

A mi esto del tratamiento hormonal sustitutivo siempre me ha resultado raro: ¿quiere decirse que a partir de la menopausia el cuerpo, que hasta ese momento ha segregado cada mes todas las hormonas necesarias en las proporciones necesarias y que  posiblemente ha llevado a término sin problemas uno o más embarazos, lo que conlleva un nuevo cambio hormonal, una o más lactancias, de nuevo las hormonas cambiando, de repente porque sí, porque entra en la menopausia deja de funcionar y ya no sabe que hormonas necesita y cuales no? sinceramente no creo que esta sea la realidad y por tanto no estoy de acuerdo con los tratamientos hormonales sustitutivos. ¿Acaso a alguien se le ocurre que los cambios hormonales de la pubertad son un “fallo” del cuerpo y se dedica a recetar hormonas artificiales para arreglar lo que el cuerpo no sabe hacer? y que yo sepa la pubertad también suele presentarse con ciertos síntomas más o menos molestos: cambios de humor, rabietas, tensión en los pechos, a veces dolor de ovarios antes y durante los periodos.....pero a nadie se le ocurre que esto sea un fallo del cuerpo. Entonces ¿porqué en la menopausia sí se piensa así?

Sin embargo lo que si es real es que un porcentaje muy elevado de mujeres presenta una serie de síntomas molestos que, en ocasiones, son lo suficientemente intensos como para requerir de cierta ayuda para sobrellevarlos mejor. En general los síntomas pueden ser: sofocos, sudores nocturnos, depresión, insomnio, fatiga, sequedad vaginal, pérdida de líbido......

Resulta interesante observar que dependiendo de la sociedad en que se viva estos síntomas aparecen en una mayoría de mujeres o no aparecen en absoluto: por ejemplo los sofocos, que son casi universales en las mujeres occidentales, prácticamente no existen en las asiáticas. Como evidentemente los cambios hormonales son iguales en las mujeres de todas las culturas, da que pensar si estos síntomas tienen una causa más bien socio-cultural y/o alimentaria que hormonal.

De todas maneras ya sea causa hormonal, sociocultural, alimentaria o una mezcla de todas ellas, las molestias están ahí. Entonces ¿se puede hacer algo?

Por supuesto que sí. Aparte de, quizá, replantearse la alimentación eliminando cualquier producto industrial, reduciendo el exceso de proteína animal e introduciendo muchas más frutas y verduras en la alimentación -a poder ser biológicas- desde el punto de vista de la medicina china se puede hacer una regulación a nivel energético que va a ayudar al cuerpo a adaptarse a los cambios hormonales sin pasar por todos esos síntomas o pasándolos de una manera mucho más suave.

Sofocos, sudores nocturnos, sequedad vaginal....estos síntomas que son sufridos mayoritariamente por la mujer occidental podrían encuadrarse casi seguro en una deficiencia de yin de riñón, perfectamente tratable regulando el yin. Fatiga: se puede ver el estado energético del cuerpo y tonificar la energía si es necesario. Depresión, insomnio, pérdida de líbido: podríamos encuadrarlos como síntomas emocionales, que es bastante normal que aparezcan en periodos de cambio -y la menopausia es un gran cambio- y así mismo buscar el tratamiento adecuado con acupuntura. Por supuesto esto que digo es muy general. Cada persona es un mundo y el tratamiento en ningún caso puede estandarizarse. Siempre debe basarse en un diagnóstico personalizado en el que normalmente vamos a encontrar la relación, a nivel energético, entre unos síntomas y otros y por tanto vamos a poder tratar todo en conjunto.

Por tanto yo diría: apoyo durante la perimenopausia, sí, para ayudar a que la transición en este periodo sea armónica y sin grandes sobresaltos pero no “tratamiento” puesto que la menopausia no es una enfermedad y no se puede “tratar”. Es un cambio profundo y, como ocurre con todos los cambios profundos, lo que si puede necesitar es apoyo y acompañamiento que faciliten el proceso.

Belén Benito





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Efecto Placebo

11/13/2014

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Tengo un conocido que está en contra de cualquier terapia alternativa. Durante mucho tiempo no me dijo nada, quizá para no herir mis sentimientos o para no despertar polémica, pero como se queja a menudo de varios problemas de salud y yo siempre le recomiendo hacer un tratamiento de acupuntura, finalmente me lo dijo. Según él, tanto la acupuntura como cualquier otra terapia alternativa se basan en el efecto placebo y la única razón de que funcionen en algunas personas es que creen que van a funcionar. 

Días después colgaba en facebook un artículo de un periodista - no recuerdo su nombre, la verdad es que ni me fijé - que arremetía en contra de la acupuntura diciendo que le parecía vergonzoso que una organización seria como la OMS pudiera apoyar semejante terapia sin ningún aval científico y lamentando que en estos tiempos de crisis los gobiernos malgasten dinero dedicándolo a timos como ese de la acupuntura. No se a que dinero se refería porque hasta donde yo se no se invierte ningún dinero, salvo el que sale del bolsillo de la gente que se paga sus propios tratamientos, en la acupuntura. Para avalar sus tesis, este señor aludía a una serie de referencias de estudios científicos que habían demostrado claramente que la acupuntura no funciona. Sería el gasto en estos estudios al que se refería el periodista. Aunque entonces me imagino que no sabe que estudios de este tipo generalmente no los pagan los gobiernos, sino las empresas farmaceúticas que, por cierto, están muy interesadas en demostrar que la acupuntura no funciona.

No miré ninguna de estas referencias, no me interesan en absoluto. La acupuntura no es una medicina científica, se basa en criterios que nada tienen que ver con el pensamiento científico occidental por tanto no se porqué tendríamos que pretender que su eficacia quede demostrada, o no, por este método científico. A mi no me importan estos estudios, ni a favor ni en contra, lo que me importa es el resultado visible día a día en la consulta.

“Efecto placebo” concluía el periodista. Lo mismo que mi conocido. Sin embargo hay algo que falla en esta teoría. El 90% de las personas que acuden a la consulta de un acupuntor lo hacen después de haber seguido uno o varios tratamientos de medicina occidental la mayoría durante mucho tiempo, incluso años, y si deciden seguir un tratamiento de acupuntura, u otras terapias alternativas, suele ser porque están desesperados y ya no saben que hacer por lo que, ante nada que perder, deciden muchas veces como último recurso probar una terapia distinta.

He tenido casos de jaquecas de años, de estreñimiento de años, de problemas digestivos también de años que no han respondido a los distintos tratamientos occidentales, estos sí, muy demostrados científicamente, y que sin embargo han empezado a responder muy favorablemente tras comenzar mi tratamiento de acupuntura llegando incluso a desaparecer por completo tras 2, 3, 6 meses de tratamiento, según el caso.

“Efecto placebo” según mi conocido y el periodista tan bien informado científicamente. Y yo digo ¿cómo es que el efecto placebo se puso en marcha con mi tratamiento y en cambio el tratamiento occidental no funcionó y además tampoco fue capaz de poner en marcha el efecto placebo?¿acaso todas estas personas confiaron ciegamente en mi y en mi tratamiento y sin embargo no confiaban en los doctores que les trataron anteriormente ni en la medicación que éstos les recetaban? porque esto, dicen, es una de las cosas que desencadena el efecto placebo: la confianza que el terapeuta y/o el tratamiento despiertan en el paciente.

Pues yo diría que el efecto placebo existe y pienso que la confianza en el terapeuta tiene parte de su papel: es el famoso efecto de la mente positiva que también es tema de debate pero, sinceramente ¿alguien puede de verdad decir que se trata sólo de efecto placebo?

Así le puse a este conocido tras su publicación de facebook. No me contestó y hasta hoy no ha vuelto a mencionar el tema ¿será que no puede sostener su teoría del efecto placebo?







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QUIERO ESTAR SANO ¡Y LO QUIERO YA!

11/13/2014

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Si hay algo que caracteriza a la sociedad occidental es la prisa para todo: pasamos el día corriendo de un lado a otro, queremos que las cosas se soluciones rápidamente, si queremos tener algo tiene que ser ¡ya! tener paciencia, dejar que las cosas ocurran a su ritmo, es algo a lo que no estamos acostumbrados.

Por supuesto este deseo se aplica también a la salud: si se contrae una enfermedad no se apoya al cuerpo para que éste despliegue sus propios mecanismos de defensa, lo cual le puede llevar a requerir un tiempo de reposo para reponerse, sino que se toman inmediatamente analgésicos, antipiréticos o los medicamentos que se consideren necesarios para cortar el mal de raíz y desperdiciar a lo sumo uno o dos días. Y cuando se trata de problemas crónicos también se quiere la solución inmediata. Personas que llevan mucho tiempo sufriendo desarreglos más o menos pequeños o grandes quieren encontrar la solución milagrosa que les arregle el problema cuanto antes. Por desgracia, en cuestiones de salud, las cosas normalmente no funcionan deprisa.

Patricia acude a mi consulta por un problema de acné bastante importante. Éste se presenta no solo en la cara sino también en el escote y la espalda siendo las erupciones muy abundantes. Este problema lo sufre desde la niñez y no ha disminuído a pesar de que ahora tiene 32 años. Hasta ahora para tratar de eliminarlo ha visitado a distintos dermatólogos que la han tratado con fármacos pero, aunque inicialmente parece que funciona, en cuanto deja el tratamiento reaparecen los granos.

Tras realizar el diagnóstico de medicina china encuentro que presenta desequilibrios en varios meridianos por lo que le propongo empezar un tratamiento de acupuntura que va a consistir en regular, a nivel energético, todos los meridianos que están desequilibrados. Por supuesto, voy a usar algunos puntos que van dirigidos más específicamente a tratar el síntoma que a ella más le preocupa, es decir, el acné, pero el tratamiento principal y fundamental consiste en regular la energía de todos y cada uno de los meridianos, es decir, buscar la causa a nivel energético que le está provocando el acné y eliminarla. Esto, claro está, puede llevar un cierto tiempo ya que un desequilibrio que lleva instalado en el cuerpo muchos años, como es su caso, no puede eliminarse con dos o tres sesiones.

Así pues empezamos el tratamiento. Después de la segunda sesión los granos han disminuído considerablemente. Tras la tercera sesión y coincidiendo con que le va a venir la regla, ha tenido de nuevo un brote. Esto le ha ocurrido siempre, antes del periodo  los brotes son más fuertes. En la  cuarta sesión me pregunta: “Bueno, pero ¿cuantas sesiones más voy a tener que hacer?”

Después de esto dejó de venir. 

Cuatro sesiones y lleva con acné desde la niñez. La acupuntura es una herramienta fantástica y los resultados son a menudo sorprendentes pero es imposible que se pueda solucionar con  cuatro sesiones un problema crónico de más de 20 años ¡no es una varita mágica! pero esto es así con la acupuntura, la naturopatía, la homeopatía, la meditación, el estudio... ¡todo requiere su tiempo! si no estamos dispuestos a invertir el tiempo que el cuerpo necesita para recuperar su equilibrio difícilmente podremos conseguir recuperar éste ni con acupuntura ni con ninguna otra cosa.

De esta manera Patricia supongo que habrá seguido su peregrinaje por distintos profesionales de la salud, alternativa o no, y seguirá probando una y otra crema, uno y otro medicamento, una y otra terapia....pero si en todas se limita a hacer cuatro sesiones, no creo que se le solucione el problema con lo que llegará a la conclusión de que éste es incurable. Y además me imagino que pensará que la acupuntura no funciona porque ella la probó y no le sirvió para nada.

Otro caso es el de Virginia. Ella viene a la consulta con un problema también crónico en este caso de estreñimiento. Tiene 41 años y no recuerda haber ido nunca bien al baño. Para ella lo normal es una vez cada tres o cuatro días. Esto, por supuesto, de normal no tiene nada. Lo normal es todos los días, menos de esto ya es estreñimiento y en su caso bastante grave. También presenta un problema de acne pero, aunque también le preocupa, no es la razón principal por la que acude a la consulta.

Como siempre, hago el diagnóstico de medicina tradicional china para establecer dónde están los desequilibrios. El que presente un problema de acné además del estreñimiento es muy normal ya que según la medicina china la piel está comandada por el meridiano de pulmón y éste y el meridiano de intestino grueso son complementarios (en medicina china todos los meridianos se acoplan por pares, uno de los pares es Pulmón-Intestino Grueso) de ahí es fácil deducir que si su meridiano de intestino grueso está desequilibrado, de ahí el estreñimiento, es muy normal que también lo esté su complementario pulmón, de ahí el acne. Por tanto, regulando la energía de ambos lo normal es que le desaparezcan los dos problemas.

En el caso de Virginia empezamos el tratamiento y, ella sí, es consciente de que su problema llevará un cierto tiempo regularlo. Acude puntualmente a consulta una vez a la semana. Durante el primer mes de tratamiento le ocurre que va al baño siempre al día siguiente de la sesión y el resto de la semana vuelve a su ritmo de siempre, más o menos una vez cada dos días. A los dos meses y medio de tratamiento ha empezado a ir cada día al baño aunque aun de vez en cuando se salta un día. Un mes después (tres meses y medio de tratamiento) va todos los días sin excepción y puntualmente por la mañana.  A día de hoy han pasado ocho meses desde que empezamos el tratamiento y su tracto intestinal parece haberse regulado completamente: va al baño todos los días también si pasa periodos largos sin acudir a consulta. El acné no se ha quitado completamente pero está muy controlado, no ha vuelto a tener erupciones masivas como le pasaba antes, si acaso le sale algún que otro grano aislado.

Para Virginia la acupuntura funciona, y muy bien ¿cual es la diferencia? Virginia no tiene prisa, invierte tiempo en su salud, es consciente de que regular un problema crónico no es una cuestión de dos días pues son patrones asentados en su organismo desde antiguo y para cambiarlos hace falta un poco de constancia. Ella podrá posiblemente, de esta manera, manejar con éxito cualquier problema de salud, aunque sepa que le puede llevar algo de tiempo. Patricia sin embargo tiene prisa. Quiere eliminar el problema y quiere eliminalo ya. Pero lleva muchos años con él por lo que con esta filosofía difícilmente va a conseguirlo. Y lo malo es que probablemente le pase lo mismo con cualquier otro problema que se le presente. 

Esto de querer curar problemas crónicos de mucho tiempo en dos sesiones se encuentra muchísimo en consulta: son muchas las personas que después de tres o cuatro sesiones preguntan ¿y cuantas sesiones más voy a tener que hacer? A esta pregunta no se puede dar una respuesta concreta pues depende de muchos factores, pero si se trata de un problema crónico antiguo hace falta ser consciente de que llevará el tiempo necesario para cambiar los patrones energéticos desequilibrados que llevan mucho tiempo instaurados en el organismo y asentar los patrones correctos. Sin embargo, según mi experiencia, el cuerpo responde muy positivamente cuando se le presta la atención que necesita y se le da el tiempo necesario para sanar. En temas de salud las prisas nunca fueron buenas ¡merece la pena tomarse el tiempo necesario!



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 SOBRE LA INAMOVILIDAD DE LA MEDICINA OCCIDENTAL

11/12/2014

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Ante todo y aprovechando estas líneas mi apoyo incondicional a la sanidad pública, a todos esos profesionales de la salud que luchan por una sanidad para todos y que se preocupan por la calidad de ésta y por la salud de todos y cada uno de sus pacientes.

Sin embargo, como profesional de un método de salud considerado en occidente “alternativo” -en este caso la acupuntura- quisiera aprovechar también estas líneas para expresar mi desacuerdo con algunas de las prácticas que se llevan a cabo de forma rutinaria por algunos de estos profesionales de la salud.

Son casos de los que tengo conocimiento porque han ocurrido en mi propia familia o a personas que han venido a verme para tratar su problema con un método “alternativo” debido a que no han encontrado solución con la medicina occidental.

El primer caso le ocurrió a mi hija. Ella hace judo en el colegio y en una de sus clases  cayó al suelo, golpeándose con el hombro derecho, y la compañera que combatía con ella le cayó encima. Le crujió la espalda y luego no podía mover el hombro además de sentir un fuerte pinchazo en las costillas al respirar. Ante el temor de que se hubiera roto una costilla le mandaron a urgencias para hacer una radiografía. El diagnóstico fue negativo, ninguna costilla rota, solo la contusión. Por tanto el tratamiento habitual en estos casos: un antiinflamatorio 3 veces al día y analgésico, a cambiar por otro más potente si el primero no hacía efecto, hasta que durara el dolor. Eso sí, según la doctora el dolor por una caída y golpe como ese podía durar hasta tres semanas.

Afortunadamente en casa sabemos de osteopatía: dado que no había rotura nada más llegar a casa pusimos manos a la obra: con unas manipulaciones ligeras de la espalda y el hombro se le desbloquearon todas las vértebras y costillas que habían quedado bloqueadas por la caída. El alivio fue inmediato: no más pinchazos al respirar y sí, el dolor de la contusión, pero nada más. No hizo falta que tomara ni un solo antiinflamatorio, ni un solo analgésico... y en dos o tres días estaba como nueva, ni rastro de la caída. Sin embargo,  si no se hubieran liberado los bloqueos a nivel vertebral y costal, no se le habría ido el dolor lo que probablemente habría llevado a que se tensara aun más y en un círculo vicioso habría aumentado el dolor, habría tensado más, más dolor, más tensión...entonces sí, probablemente hubiera necesitado los analgésicos y antiinflamatorios y el veredicto de tres semanas de dolor seguramente se habría cumplido.

No entiendo como puede ser que un médico traumatólogo no sea consciente de que una caída de este tipo causa bloqueos a nivel costal y vertebral que son los causantes principales del dolor, muy por encima del que produce el propio dolor de la contusión. Si puede solucionarse tan fácilmente con una manipulación sencilla cuando el bloqueo aun no se ha cronificado ¿porqué no recomendar, una vez que se ve que no ha habido rotura, un simple masaje, una visita al osteópata o al fisioterapeuta? se evitaría con esto mucha ingesta de pastillas y muchos problemas de espalda que siendo muy sencillos de resolver en un principio, se pueden complicar mucho si se cronifican.

Otro caso es mucho más grave. Se trata de una mujer joven que durante toda su vida ha tenido digestiones pésimas. Hace unos años en una de sus peregrinaciones por médicos de digestivo para tratar de solucionar el problema, le vieron que tenía muchas piedras en la vesícula bilial. Ni cortos ni perezosos pensaron que ahí debía estar el origen de sus problemas digestivos y decidieron extirparle la vesícula. A día de hoy no tiene vesícula bilial y continúa con los mismos problemas digestivos de siempre. Este tema estamos ahora tratando de regular con un tratamiento personalizado de acupuntura que equilibre su cuerpo y que ya está dando sus frutos.

Esto de quitar órganos dañados es por desgracia una práctica relativamente común en medicina occidental. Se quita el órgano pensando que así se elimina el problema en lugar de pensar que el órgano dañado es un reflejo del desequilibrio que hay en el cuerpo, no la causa del daño. De esta manera se extirpan órganos que podrían seguir estando en su sitio y cumpliendo la función para la que han sido creados: vesículas, amigdalas, úteros, ovarios.....y muy pocas veces ocurre que los problemas por los que se quitaron desaparecen, cuando no ocurre que se presentan otros problemas que antes no estaban. Yo, sinceramente, creo que antes de quitar nada primero hay que tratar de regularlo y si la medicina occidental no sabe como ¿porqué no recurrir a otras medicinas que se centran en equilibrar?  

Un caso más. Este quizá no sea “grave” aunque si es un problema muy extendido y de fácil solución sin tener que llegar al uso de ningún tipo de medicación, terapia, operación ni nada que se le parezca.


Una mujer madura vino a mi consulta para tratarse de una afección que no viene al caso. Hablando de todos los problemas de salud habidos y por haber, lo que forma parte del diagnóstico de medicina tradicional china, me comenta que de vez en cuando si hace esfuerzos, si se rie o tose, tiene ciertas pérdidas de orina. Comentándole el “problemilla” a su ginecólogo y preguntándole si le parece que debería hacer ejercicios para reforzar el suelo pélvico éste, ni corto ni perezoso, le contesta que ésto es una tontería y que no se puede hacer nada...¡no doy crédito! Este señor supongo que será accionista de cierta marca de “pañales” para mujeres maduras. Por supuesto que los ejercicios para fortalecer el suelo pélvico son importantísimos y cortan de raiz prácticamente cualquier problema de pérdida de orina. Lo de los pañales para mujeres adultas es un negocio estupendo del que, lo dicho, ese ginecólogo en concreto debía ser accionista. Se que éste caso es excepcional y que la mayoría de los ginecólogos recomiendan estos ejercicios pero que haya un sólo médico capaz de decir que ésto es una tontería....me parece inaudito. 

Hay más casos y seguro que todos conocemos alguno pero no hace falta extenderse. Son unos ejemplos para ilustrar como a veces el inmovilismo, el quedarse estancado en los tratamientos convencionales en lugar de abrirse a otras posibilidades terapeúticas puede dar lugar a perpetuar problemas que cogidos al inicio pueden solucionarse fácilmente o crear problemas de salud donde no debería haberlos. 




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TRATAMIENTO ACUPUNTURAL PARA AFRONTAR LOS MESES FRIOS CON BUENA SALUD

11/12/2014

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Se fue el verano con sus meses calurosos de sol y playa y con la llegada del otoño y los cambios en las temperaturas que eso supone, empieza la temporada en que poco más o menos todos empezamos a pensar en los posibles constipados y/o gripe que quizá tengamos que pasar este invierno. Y por si a alguien no se le hubiera ocurrido pensar en esta posibilidad, ya se encargan de recordárnosla con las campañas masivas para que nos vacunemos de la gripe en cuanto podamos, no sea que seamos presa de esa terrible enfermedad. Si bien es cierto que en principio se recomienda vacunarse “sólo” a los grupos de riesgo, me consta que en muchas empresas se ofrece la vacuna “gratis” a todos los empleados y son una gran mayoría los que acuden a vacunarse ya que en la mayoría de los casos resulta difícil sustraerse a la gran publicidad que sobre el tema se hace en casi todos los medios de comunicación.

Se de gente que aunque no ha tenido gripe en muchos años (antes de que nos bombardearan con el tema de la vacunación), acude cada año “por si acaso” a vacunarse desde que ésta vacuna está disponible en el mercado y yo me pregunto ¿por si acaso qué? Si no cogiste la gripe en los años anteriores ¿porqué ibas a cogerla ahora? Y si la cogieras ¿qué supondría? En la mayoría de los casos una semana de fiebre y dolores musculares sin mayores complicaciones.

De acuerdo ¿y los grupos de riesgo? Bien, yo pienso que lo que sería verdaderamente eficaz sería preparar el organismo de manera que se encuentre en las mejores condiciones para afrontar el otoño-invierno por si mismo y dejarnos de vacunas que por otro lado se hacen con la cepa del año anterior por lo que cabría preguntarse por la eficacia real para la gripe del año, cuyo virus como ya todos sabemos, es diferente al del año anterior. Además, preparando nuestro organismo para que esté en las mejores condiciones, no sólo nos protegemos contra la gripe sino también contra los molestos constipados que suelen cogerse en esta época y contra los que la vacuna de la gripe no tiene absolutamente ningún efecto.

La idea de preparar al organismo para que afronte bien los meses fríos, entra absolutamente dentro de la idea que tiene la medicina china de la enfermedad: si enfermamos, no es porque algún microorganismo “maligno” presente en el medioambiente y por tanto ajeno a nosotros mismos, nos ataque, si no porque nuestro propio organismo, desequilibrado interiormente, ha permitido a ese microorganismo exterior prosperar y llevarnos a caer enfermos. 


Desde el punto de vista de la medicina china, aconsejaría hacer un “repaso” de cómo se encuentra nuestro cuerpo y corregir los posibles desequilibrios que se puedan encontrar  ya que en medicina china se considera que cuando el flujo energético en el cuerpo de la persona es armonioso, la enfermedad no se presenta.

¿Y cómo hacemos este “repaso”? un acupuntor competente, hará un interrogatorio completo del estado de salud general de la persona y lo completará mirando los pulsos y la lengua del paciente (ésta última parte es imprescindible para un diagnóstico correcto). Incluso si estamos sanos, con un diagnóstico de este tipo es fácil detectar desarmonías energéticas que aunque no se están manifestando actualmente como una enfermedad, si continúan presentes normalmente se hacen más importantes y sí pueden terminar desembocando en una enfermedad visible o hacer que nuestro cuerpo no pueda defenderse por si mismo de los ataques externos de virus y bacterias y por tanto las posibilidades de coger gripe o cualquiera de los achaques típicos del otoño-invierno, sean bastante elevados. Incluso en personas que se consideran sanas, cuando se empieza a indagar es fácil detectar desequilibrios: todos esos pequeños achaques” sin importancia”: dolores de cabeza, digestiones pesadas, acidez, tendencia al estreñimiento, dolores menstruales…nos están indicando desequilibrios energéticos que nos avisan de que el cuerpo no está funcionando todo lo bien que podría.

Y una vez hecho el diagnóstico, lo ideal sería llevar a cabo un tratamiento de acupuntura que es la manera más directa de equilibrar el flujo energético del cuerpo. Con un tratamiento serio y consecuente, las posibilidades de enfermar este invierno se reducen al mínimo sin necesidad de vacunas  además de que en la mayoría de los casos los “pequeños achaques” van a desaparecer por completo. 

¿Y cuantas sesiones hacen falta para eso? esta pregunta no puede responderse con un número concreto de sesiones ya que eso va a depender de cada persona: los tratamientos de acupuntura nunca son estándar sino que se adaptan a los desequilibrios concretos que presenta cada individuo por lo que dependerá de cada persona el número de sesiones que va a necesitar. En cualquier caso, incluso un número pequeño de sesiones va a resultar beneficioso pues la acupuntura siempre tiene un efecto equilibrante sobre el organismo.

Aprovecho este artículo para comentar un dato importante para las personas alérgicas: aunque parece que este problema se olvida durante los meses fríos, para todos aquellos alérgicos que quieran pasar la próxima primavera sin sufrir los temidos ataques aconsejaría que se plantearan ahora empezar a equilibrar su cuerpo pues, en este caso, ocurre lo mismo que con gripes y constipados: si queremos pasar la temporada sin problemas, el organismo necesita un periodo lo suficientemente largo para que el cuerpo se equilibre con el fin de pasar una buena primavera y, en el caso de las alergias, normalmente es algo más complicado que con los constipados estacionales y aquí sí, se suele requerir algo más de tiempo para solucionar el problema pero ¡merece la pena probar! En la mayoría de los casos la alergia disminuye a límites mucho más tolerables y las posibilidades de que desaparezca del todo son bastante elevadas. 








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DOLOR DE CABEZA, JAQUECA, MIGRAÑA…LA VISIÓN DE LA MEDICINA CHINA

11/12/2014

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Quizá podría decirse que el dolor de cabeza es uno de los males más comunes de nuestra sociedad porque ¿a quien no le ha dolido la cabeza en algún momento de su vida? Y en principio la “solución” es sencilla y está al alcance de todos: una de esas pastillitas milagrosas de cualquier analgésico y problema solucionado…sin embargo, la cosa se complica cuando en lugar de un dolor de cabeza puntual y más o menos leve se trata de una de esas jaquecas que se repiten periódicamente o una de esas migrañas paralizantes, que no encuentran alivio con ningún analgésico común y que obligan al que la padece a quedarse en su casa en penumbra, tumbado y esperando a que la migraña se vaya sin más, porque no hay remedio que la elimine o que por lo menos la suavice…incluso en migrañas que se alivian con analgésicos…estas vuelven a aparecer periódicamente, a veces con frecuencias verdaderamente cortas de más de una crisis al mes, incluso cada semana y entonces ¿qué hacemos? ¿estamos condenados a tomar de por vida analgésicos? Porque una cosa es uno de manera puntual y otra cosa es su toma continuada, lo que ya supone un daño adicional para hígado y estómago además de no solucionar el problema, sino sólo quitar el dolor puntualmente.

En fin, en esto, como en otras muchas dolencias comunes, es una verdadera pena que la medicina occidental no se fije un poco más en la medicina china, porque lo que para occidente es poco más o menos una cosa “con la que hay que vivir porque te ha tocado”, ya que no encuentra una razón precisa para la mayoría de las jaquecas-migrañas-dolores de cabeza, para la medicina china las razones están tan claras que tratar dolores de cabeza es una de las cosas con la que se tienen mejores resultados, y sin necesidad de recurrir a pruebas complicadas y costosas para tratar de ver dónde está el posible fallo…

Como siempre cuando estamos hablando de medicina china, la base del problema debemos buscarla en los bloqueos energéticos que se han producido en el organismo de la persona que sufre el dolor. Y en el caso de los dolores de cabeza, es el propio paciente el que nos indica en qué meridianos están los bloqueos cuando nos señala dónde le duele la cabeza. Muchas veces, hasta nos señalan puntos concretos de acupuntura y ellos mismos se han dado cuenta de que presionando o masajeando precisamente en estos lugares, el dolor se alivia.

En el caso de los dolores de cabeza en general, tenemos que saber que toda la cabeza y cara están recorridas por los siete  meridianos yang que existen en el cuerpo y son precisamente los bloqueos en estos meridianos los que producen los dolores de cabeza. Dependiendo de la zona que duela, podremos deducir cual o cuales son los meridianos que están afectados.

Sin entrar en el recorrido preciso de cada meridiano, podemos decir lo siguiente: el meridiano Du mai recorre todo el centro del cráneo por lo que podemos deducir que dolores en esta zona corresponden a éste meridiano. El meridiano de vejiga empieza en el ángulo interno del ojo y sube en línea recta, pasando por el borde interno de las cejas, y recorre desde aquí todo el cráneo en dos líneas paralelas a Du mai: los dolores por tanto en esta zona y que muy a menudo afectan a los ojos, especialmente encima de las cejas, son debidos a bloqueos en éste meridiano y en su acoplado yang que es intestino delgado. Además uno de los puntos “clásicos” del dolor de cabeza, justo en el borde interno de las cejas, se corresponde exactamente con uno de los puntos del meridiano de vejiga. El meridiano de estómago empieza directamente bajo el globo ocular, baja por las mejillas y a continuación sube de nuevo hacia la cabeza pasando exactamente por el punto en los laterales del ángulo de la frente, un poco por detrás de donde empieza el pelo, que es uno de esos puntos típicos donde la gente pone las manos y se masajea cuando le duele la cabeza… dolores en esta zona, por tanto, están causados por bloqueos en el meridiano de estómago o en su acoplado yang, intestino grueso. Por último, el meridiano de vesícula bilial empieza a más o menos medio centímetro del ángulo externo del ojo y tiene un recorrido sinuoso bordeando la oreja y recorriendo los laterales de la frente, hasta subir también por la cabeza, por los laterales del cráneo, pasando por ese punto en la esquina del hueso occipital, donde termina el cráneo y empieza el cuello, que es otro clásico de los dolores de cabeza. Por supuesto que todos esos dolores hemicraneales pertenecen a éste meridiano y a su acoplado yang san jiao, que también recorre ésta zona de la cabeza. 

Como vemos, si sabemos la zona en la que normalmente duele la cabeza y sabiendo los recorridos de los meridianos, es relativamente fácil actuar sobre puntos “clave” de estos meridianos y solucionar rápidamente un dolor de cabeza. Como siempre, dependiendo de la gravedad del caso, los resultados serán más o menos rápidos pero puede decirse que se puede obtener alivio inmediato en la mayoría de los casos. Esto, claro, es lo que yo llamo el “efecto aspirina”, es decir, si me duele la cabeza y me trato en ese momento, casi con seguridad me va ha desaparecer el dolor de ese día pero, si lo que quiero es solucionar el problema, el tratamiento requerirá más sesiones, pues en este caso se trata de solucionar la causa por la que se producen los bloqueos en estos meridianos: hay que hacer un diagnóstico completo de medicina china para ver donde hay deficiencias y bloqueos energéticos que son los causantes originales del síntoma final que es el dolor de cabeza. Y aunque los causantes finales del dolor son los meridianos yang, como ya hemos visto, hay que ver de que manera pueden estar éstos afectados por problemas en los meridianos yin: si queremos que el resultado sea eficaz y duradero hay que tener en cuenta todos los factores implicados.

Espero, con este artículo, haber dado una visión diferente de los dolores de cabeza y animo a todas las personas que lo sufren a que se traten con acupuntura pues estoy firmemente convencida de que la mayoría van a poder decir adiós definitivamente a este problema y a los analgésicos.

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TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES GRAVES CON ACUPUNTURA

11/12/2014

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Aunque poco a poco la acupuntura va siendo más reconocida en nuestra sociedad, la mayoría de las personas desconfían a la hora de ponerse en manos de la acupuntura para tratar problemas graves. Se sigue prefiriendo someterse a un tratamiento agresivo a base de medicamentos o a intervenciones quirúrgicas, ambas cosas en muchos casos con resultados inciertos y efectos secundarios potencialmente graves, antes que confiar en un tratamiento que basa su capacidad de curación en la regulación del propio organismo.

 Verdaderamente, hemos perdido la confianza en la capacidad de autorregulación del organismo y la mayoría de las personas piensan que es imposible tratar enfermedades si no se recurre a la ingesta de uno o más medicamentos…claro que esta es una idea que nos han vendido muy bien. Si bien es cierto que cuando el organismo pierde el equilibrio, y por tanto cae enfermo, necesita en la mayoría de los casos una ayuda que le lleve de nuevo a recuperar su equilibro, personalmente pienso que ésta no es la acción de los medicamentos: éstos en la mayoría de los casos quitan síntomas, aportan sustancias que el cuerpo no es capaz de producir, o cortan mecanismos de producción de otras sustancias que se han descontrolado, pero no se preocupan en regular el organismo: ¿por qué aparece tal o cual síntoma? ¿por qué el cuerpo ya no produce ésta sustancia o por qué la produce en demasiada cantidad? Sin embargo, éstas son las preguntas que se hace un acupuntor que trabaje desde el punto de vista de la medicina tradicional china: lo importante no es quitar el síntoma, sino encontrar la causa que lo provoca. Si sólo quito el síntoma, aunque inicialmente puede parecer un éxito, es seguro que tarde o temprano va a volver el problema y, claro, si se trata de una sustancia que mi cuerpo ya no produce o de otra que produce en demasiada cantidad, seguramente tendré que tomar el medicamento ”X” de por vida… eso en el caso de que exista un medicamento con algún efecto sobre mi problema pero ¿y si no existe? ¿tendré que estar sufriendo toda la vida? Esto por desgracia es lo que le pasa a mucha gente con enfermedades “raras” para las que la industria farmacéutica no investiga pues no merece la pena económicamente, o con otras enfermedades que la medicina occidental considera incurables, pues no ha encontrado hasta ahora la manera de abordarlas ¿seguro que no es mejor intentar regular el organismo? Yo pienso sinceramente que merece la pena intentarlo.

 Muchas veces me he encontrado con personas que me decían: bueno, para tratar un dolor de cabeza, vale, pero ¿qué pasa con enfermedades graves, como por ejemplo cáncer? 

Evidentemente no puedo asegurar que la acupuntura lo cura todo…¿acaso alguien puede hacerlo? Sin embargo, tengo el convencimiento absoluto de que en la medida en que seamos capaces de regular el organismo, se pueden curar muchísimas dolencias que hoy por hoy la medicina occidental considera incurables o lograr que en enfermedades que se dan por brotes, como las autoinmunes, éstos se den entre periodos mucho más largos y sean menos fuertes. Tengo un amigo que me dice “¡Tu lo arreglas todo con acupuntura! ¡Se te rompe la lavadora y también lo arreglas con acupuntura!” Bueno, la lavadora no, pero todo lo demás…estoy completamente segura de poder como mínimo ayudar.

A continuación paso a comentar algunos casos tratados con éxito con acupuntura.

El primero, fue un problema que me ocurrió a mí misma. Hace dos años y medio, estaba atravesando un periodo de muchísimo stress y llegó un momento en el que estaba con los nervios de punta. Empecé a tener el latido cardiaco elevadísimo, nada menos que 120 pulsaciones por minuto en reposo, saltaba a la mínima totalmente iracunda, me temblaba el pulso, estaba acelerada y empecé a adelgazar rápidamente (perdí 8 kilos en poco tiempo), los que hayan pasado por esto, se habrán dado cuenta que estaba en pleno proceso de hipertiroidismo…naturalmente fui al endocrino para comprobar como estaban mis hormonas tiroideas y por supuesto que estaban por las nubes. La endocrina me mandó todos los medicamentos que se mandan en estos caso y yo, decidí que no pensaba tomarlos sino tratarme con acupuntura, así pues comencé mi tratamiento con una amiga que estudió conmigo. El primer mes de tratamiento bajaron todos los síntomas menos el latido cardiaco: empecé a estar mucho más tranquila (ya no saltaba a la mínima como una energúmena), dejó de temblarme el pulso y se frenó bastante el adelgazamiento (si bien no completamente). Sólo el latido cardiaco seguía elevado. Con éstos resultados pensé que las hormonas tiroideas habrían bajado…sin embargo los análisis demostraron que aun no habían empezado a bajar aunque había un valor autoinmune ( mi hipertiroidismo era de tipo autoinmune, es decir, que me lo estaba provocando yo solita) que sí estaba más bajo. Claro, en la siguiente visita de control, tuve que decirle a la endocrina que no estaba tomando la medicación, sino tratándome con acupuntura…me miró con cara de incredulidad pero afortunadamente era una mujer joven abierta a otras posibilidades y me dijo: “Bueno, tú verás lo que haces…vamos a seguir controlando mensualmente el nivel hormonal…”  así pues continué mi tratamiento acupuntural y no hice ni caso a los medicamentos.

 Al mes siguiente el valor autoinmune estaba más bajo aún y las hormonas seguían altas, pero no tanto como en la anterior visita. El único síntoma que me quedaba, era el latido cardiaco, aun alto, y una tendencia aun a adelgazar, pero no desaforadamente como al principio. Seguí así aun durante unos meses con el resultado de que mes a mes todos los valores se fueron normalizando gradualmente hasta que finalmente volvieron a ser completamente normales y así siguen hasta hoy. La endocrina, que al principio me miró con desconfianza, me preguntaba luego en cada visita ¿y sigues haciendo acupuntura? ¿entonces no te has tomado la medicación?...en este mismo periodo una amiga pasó también por un proceso de hipertiroidismo y ella se trató con medicación…ahora está también regulada, pero previamente pasó por un proceso de hipotiroidismo: esto pasa muy a menudo con la medicación, pues para controlar el hipertiroidismo, se utilizan medicamentos que inhiben la función de la tiroides y claro…de una hiperfunción, se pasa a una hipofunción…esta parte yo me la ahorré. Si bien tengo que decir que controlar el latido cardiaco sí me costó bastante trabajo…esta fue la parte más rebelde y complicada del tratamiento. ¿Es esta una enfermedad grave? Sí que lo es si no se controla…pues en este caso se pudo controlar.

Otro caso es el de un joven que sufrió hace unos cinco años una parálisis facial. Desgraciadamente no se recuperó del todo y cuando vino a verme, continuaba teniendo muy poca movilidad en el lado izquierdo de la cara y una sensación de acorchamiento en todo el lado izquierdo del cuerpo. Naturalmente, después de tanto tiempo, los médicos le dijeron que no tenía solución y que se quedaría así el resto de su vida. Yo pienso que todo tiene solución, así que empecé a trabajar con acupuntura. Naturalmente le hice un diagnóstico de medicina china para ver que meridianos presentaban bloqueos y/o deficiencias y empecé a trabajar con esto además de tonificando los meridianos que pasan por la cara. A día de hoy no hemos terminado el tratamiento, pero ha recuperado mucha movilidad en la cara y ha disminuido la sensación de acorchamiento, así pues…¿seguro que no tiene solución? 

Otro caso es el de una joven que empezó hace unos meses con un problema que parece ser una enfermedad autoinmune, pero que aún no está bien diagnosticado…el problema comenzó con la pérdida de visión de un ojo, visión que recuperó al cabo de unos días. Pero éste problema volvió a repetirse durante varios meses seguidos y no está del todo claro qué es lo que ocurre y mucho menos cómo frenar éste proceso…el caso es que empecé a tratarla y en el tiempo que lleva conmigo no se ha vuelto a repetir ningún brote ¿es esto casualidad o es la acupuntura? Sinceramente pienso que es la acupuntura…además ella nota que se encuentra muy bien…Según la medicina china, los problemas en los ojos tienen que ver con el meridiano de hígado y casualmente, en el diagnóstico de medicina china queda claro que éste meridiano ella lo tiene muy desequilibrado…¿es esto también casualidad? Lo cierto es que no lo creo…

Por último, quería comentar un caso de acompañamiento durante un proceso de radioterapia. Se trata de una mujer madura, a la que éste verano le encontraron un tumor en el pecho…si bien éste era pequeño, y al extirparlo se vio que no había tejido ganglionar afectado, se siguió con el tratamiento convencional a base de radioterapia en el pecho. Esto tenía muy preocupada a ésta mujer, pues pensaba que a su edad iba a quedar echa polvo…así pues empecé a hacer con ella un tratamiento a base de acupuntura para minimizar los efectos de la radio, en este caso acompañado de un tratamiento de fitoterapia china específico para radioterapia. El caso es que ha pasado por todo el tratamiento de radio y no ha tenido absolutamente ningún efecto secundario: sólo al final del tratamiento el pecho estaba un poco enrojecido, pero como si le hubiera dado un poco de sol en ese lado y no en el otro…las enfermeras le decían ¡Hay que ver que bien estás, si parece que no te estamos haciendo nada! Y la ginecóloga, que la revisaba cada semana, decía: ¿entonces no estás cansada?...bueno, ya te decía yo que no todo el mundo reacciona mal al tratamiento…pero según me comentaba esta paciente, el primer día que la vio después de varias sesiones de radio, pareció verdaderamente sorprendida de verla fresca como una rosa…así pues ¿casualidad o la acupuntura tuvo algo que ver?

Pues yo pienso firmemente que la acupuntura tiene mucho que ver. Entonces ¿no vale la pena intentarlo con casos como éstos y con otros de problemas “incurables” o graves? Mucha gente piensa que su problema no tiene solución y que el resto de su vida tienen que aguantar dolores… pues yo creo que no es así. A todas estas personas, les animo a que intenten solucionar su problema por medio de acupuntura, que hasta ahora a mí me ha demostrado que tiene una inmensa capacidad de autorregulación del organismo: no importa de qué me han diagnosticado, ni si me han dicho que esto no tiene solución…lo que importa es encontrar en que punto mi organismo no está funcionando bien y tratar de equilibrar aquí: si esto puede lograrse, cualquier enfermedad puede desaparecer o como mínimo mejorar. Así pues, ¡adelante!¡merece la pena probar!...aunque eso sí, recomiendo asegurarse de que se trata de un acupuntor que trabaja bajo el punto de vista de la medicina tradicional china (se puede consultar en mi página web la manera en que debe desarrollarse el diagnóstico y el tratamiento para estar seguros de recibir un tratamiento bien hecho).  




   

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EXPERIENCIAS DE UNA ACUPUNTORA OCCIDENTAL EN CHINA

11/12/2014

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Cuando empecé a estudiar acupuntura, nunca pensé que con esta terapia iba a encontrar mi camino en la vida, pero va pasando el tiempo y cada vez estoy más convencida de que estoy aquí para dedicarme a esto…

Desde muy pequeñita, parece que he tenido una conexión energética con China, de la que en realidad yo nunca había sido muy consciente, pero cada vez lo veo más claro.

De niña, yo tenía los ojos muy achinados, y todo el mundo me decía que parecía chinita…hasta en las fiestas de disfraces me vestían de china. Luego crecí, y parece que esos rasgos achinados se suavizaron, porque ya muy pocas veces me han dicho que tengo un cierto aire oriental. No obstante, yo seguí con mi vida, y sin darme cuenta he hecho varias cosas que tienen que ver con ese país: durante diez años entrené karate, que aunque no es una técnica china tiene influencias de las artes marciales chinas. Años después, en una lectura que me hicieron de vidas pasadas, la persona que me la hizo me dijo que yo había vivido en China. En ese momento lo tomé como algo anecdótico que me hizo gracia, pero nada más…ahora creo que tenía razón. Después, en un curso de control de la energía que hice, durante una meditación en la que tenías que concentrarte mirando la cara de una persona, para ver qué era lo que surgía, a mi lo que me surgía era un cambio de cara en la que se me aparecía el rostro de un hombre chino joven. Cuando lo comenté en el curso, la persona que lo llevaba me dijo que entre todos los maestros luminosos que estaban apoyando el desarrollo del curso, había varios orientales.

Años después, casi por casualidad, se me ocurrió ponerme a estudiar acupuntura. Al principio lo tomé como una técnica de apoyo a mi formación anterior, ya que yo previamente había hecho quiromasaje y osteopatía, y me habían dicho que si antes de hacer osteopatía se aplica acupuntura, los resultados eran mucho mejores. Efectivamente, ahora se que esto es cierto, pero cuando uno estudia acupuntura y ve el inmenso potencial de esta increíble terapia, no puedes limitarte a los casos que tienen que ver con problemas estructurales, sino empezar a tratar enfermedades crónicas y a veces verdaderamente graves, y vivir la increíble experiencia de ver que tienes una herramienta potente para ayudar a las personas en multitud de problemas.

El caso es que cuando empecé a estudiar acupuntura, me pasó durante varias noches que soñaba que estaba asistiendo a terapias acupunturales que eran llevadas a cabo por maestros chinos. Me despertaba y pensaba ¡vaya!¡ Debo de tener algún maestro chino que me está aleccionando durante el sueño!

El caso es que terminé mis estudios y cada vez me he enfocado más en la acupuntura que la verdad es que me apasiona. Lo que tenía pendiente era viajar a China, estudiar con médicos del país y ver como trabajan ellos y, por fin este año he podido cumplir mi sueño: a pesar de las penurias económicas que planean sobre todos, decidí que este año no pasaba sin ir a China a hacer el postgraduado de acupuntura, y así lo he hecho. Han sido tres semanas maravillosas de estudio y también de vacaciones, pues ha habido tiempo de realizar varias visitas e incluso de hacerse amigos chinos.

 Durante el curso he tenido, junto con mis compañeros, el privilegio de recibir clase de los doctores Yang Guang, jefe del departamento de acupuntura del hospital Beijing Xuanwu TCM y del doctor Li Jiang Zhong, también médico en el mismo hospital y he podido comprobar, con enorme satisfacción, que la manera como me han enseñado a trabajar en España, es la misma que están aplicando ellos en sus hospitales, lo que refuerza absolutamente la convicción de estar haciendo un trabajo bien hecho. Muchísimas gracias a nuestra traductora, la señora Mu Ying Ying sin la cual no hubiera sido posible recibir las clases: estas eran en chino, y ella traducía al español, con un conocimiento estupendo del idioma, incluyendo todo un arsenal de vocabulario médico: sólo al final de las clases, que durante varios días eran de ocho horas diarias, empezaba a flaquear un poco y a tener alguna dificultad con el idioma…¡Gracias, gracias, señora Mu, por su esfuerzo para nosotros!

Y luego han estado las visitas a los hospitales. Esto ha sido una experiencia increíble. Hemos podido ver en vivo como se trabaja allí. En cuanto a los tratamientos, bastante parecido, pero en cuanto a cómo son los hospitales, la cosa cambia…para nosotros chocante, ya que en una misma sala están varias personas, a menudo sin apenas separación y van pasando unos detrás de otros: según se levanta una persona de la camilla, se pone otra y así varias horas seguidas de trabajo…los doctores verdaderamente no paran. Eso sí, ellos diagnosticaban y punturaban y luego las enfermeras hacían el resto del trabajo: si había que poner moxas o ventosas, y quitar las agujas una vez finalizado el tiempo de tratamiento. En los casos necesarios, los doctores después o antes de la puntura, recetaban uno o más medicamentos de medicina china, que se podían comprar en la propia farmacia del hospital. Aquí, además de hierbas y raíces de todo tipo, se veían multitud de cosas muchas de ellas desconocidas para nosotros: animales varios, cuernos, pezuñas y objetos que nosotros hemos sido incapaces de identificar. En cuanto al uso de agujas, también chocante para nosotros. Allí aunque tienen agujas de un solo uso, no las usan normalmente, ya que esto encarece el tratamiento y, al menos en uno de los hospitales que nosotros visitamos, se veía que el nivel de la gente no era el más alto. Las agujas normalmente en China se reutilizan, eso sí, previa desinfección total mediante el paso por autoclave. ¡Eso no quiere decir que aquí no haya que exigir agujas de un solo uso! Aquí es algo que podemos y debemos permitirnos.

 En cuanto a la pericia de los doctores para punturar, increíble, van poniendo agujas como si cada punto estuviera marcado con tinta en el cuerpo de cada paciente: prácticamente ni miran, van poniendo una detrás de otra a una velocidad realmente asombrosa, especialmente una de las doctoras que vimos durante las visitas a hospitales, casi no podías seguir con los ojos el recorrido que ella iba haciendo al punturar…cuando querías darte cuenta el paciente ya estaba lleno de agujas de arriba a abajo, asombroso, verdaderamente asombroso. Y los pacientes en el hospital muy amables: muchos nos hablaban de lo contentos que estaban con los tratamientos que estaban recibiendo por parte de los doctores y nos decían que habían elegido a ese doctor o doctora en concreto por los buenos resultados. Allí, en la recepción de los hospitales, había un cartel con las fotos de los doctores que trabajan allí y una reseña con su currículum, de manera que la gente podía ver con que doctor quería ser tratado. Pero por lo que he visto, todos son estupendos. En todas las consultas de todos los doctores por las que pasamos hubo gente que alabó el trabajo de ese doctor o doctora en concreto.

Aparte del curso, que ha sido estupendo, tengo que agradecer profundamente a toda la gente conocida y desconocida: en la calle, todo el mundo encantador, si pueden te ayudan, y eso que no es fácil porque casi nadie habla inglés. Eso sí, allí se regatea para comprar cualquier cosa y casi siempre me fui con la sensación de haber pagado de más (aunque aun así a precios mucho más baratos que los españoles). Y por otra parte, una vez que llegabas a un acuerdo sobre el precio de algo, casi todos los dependientes se interesaban por tu vida: que si estabas de vacaciones, si tenías familia, niños, en este caso la edad de los niños…¡les encantan los niños y si los tienes siempre te preguntan cuantos, que edad, etc, etc! También les llamaba muchísimo la atención saber que no estabas allí de vacaciones, sino estudiando acupuntura. Esto último parece que les impresionaba bastante, te miraban con cara de admiración.

En cuanto a la ciudad, magnífica: Beijing no es una, sino varias ciudades: El Beijing moderno es grande y caótico: enormes avenidas con mucho tráfico y mucha gente, edificios altísimos, muchos carteles luminosos. El tráfico caótico: no respetan las normas pero aun así parece haber un “orden desordenado” y no he visto ningún accidente, aunque a veces en los taxis se te abrían los ojos desorbitadamente y tenías que agarrarte fuerte al asiento rezando para no estamparte contra otro coche. Además en medio de avenidas con un tráfico increíble, hay montones de bicicletas circulando por los mismos carriles que los coches, algunas de ellas transportando a una familia entera: el padre conduciendo y la madre detrás con un niño en brazos…

 Por otro lado, están los barrios típicos, los hutongs, que me han encantado: es como meterse en un pueblo en medio de la gran ciudad. Algunos están más cuidados y otros menos, pero todos tienen un encanto especial. Allí la gente vive prácticamente en la calle: cocinan fuera, hasta sacan colchones fuera para dormir durante los meses de calor. Es muy curioso para nosotros ver que les encanta pasear en pijama por la calle: parece ser que es un símbolo de estatus, pues quiere decir que tienes suficiente dinero para comprarte un pijama… La mayoría de las casas de estos barrios, no tienen baño dentro de la casa: los baños son públicos y están fuera en la calle. Tuve la suerte de hacerme amiga de Yang Guang, un chico chino, que me mostró un hutong por dentro, por lo que he visto que la mayoría de las casas tampoco tienen cocina: por eso salen a la calle a cocinar, aunque en invierno no se como lo hacen, pues en Beijing hace mucho frío… Por lo que he visto las viviendas allí consisten en una sola estancia donde  se hace la vida. Viven con muy pocas cosas, lo que te hace pensar en lo poco con lo que ellos son felices y en lo mucho que tenemos nosotros y todas las posesiones que acaparamos.  Pero que vivan  en estos barrios, que nosotros casi consideraríamos chabolistas, no quiere decir que sea gente pobre, simplemente es su modo de vida tradicional, como han vivido siempre. De hecho, se veían algunos coches aparcados delante de alguna de estas casas, y gente bien vestida saliendo de las casas. También mi amigo Yang Guang, que vive en uno de estos hutong es de un nivel medio-alto.

Por último, el Beijing histórico es impresionante: la Ciudad Prohibida, el Palacio de Verano, los distintos templos: del Lama, de Confucio, del Cielo…todo precioso y tan bien cuidado que parece recién hecho…no se si siempre ha estado así o si han renovado mucho por causa de las olimpiadas, pero el caso es que está todo magnífico. Y no hablemos de la gran muralla, a 60 km de Beijing…aunque todos la conocemos por fotos y reportajes, hasta que no estás allí no te das cuenta de la grandiosidad e inmensidad de esta obra increíble… 

Por último, no puedo cerrar este artículo sin mencionar como es que me he hecho amiga de Yang Guang. Una de las chicas del grupo que ya estuvo el año pasado sabía que había una discoteca de salsa y propuso ir a bailar una noche. Mi primera pregunta fue ¿pero los chinos bailan salsa? Y la segunda ¿y te sacan a bailar? Pues la respuesta a las dos es “sí”. Es más, parece que las occidentales les llamamos mucho la atención: al igual que aquí las orientales son consideradas exóticas, allí las exóticas somos las occidentales. Lo cierto es que esa noche no paré de bailar y terminé haciendo muy buenas migas con Yang Guang, gracias a lo cual he podido ir a sitios que no hubiera conocido de no ser por él. Esta experiencia ha valido la pena y ha reafirmado mi idea de que tengo una conexión energética con China: creo que cuando se conecta tan profundamente con un lugar y se hace una amistad tan bonita y profunda en tan poco tiempo, no es casualidad ¿he vivido allí en otra vida? ¿he conocido ya en otro momento a Yang Guang? No puedo asegurarlo pero creo firmemente que sí. Ahora que he estado una vez, se que voy a volver y voy a seguir profundizando en esta cultura que tanto me fascina.  ¡Gracias por todo Yang Guang, gracias China, gracias doctor Yang y doctor Li, gracias señora Mu! Estoy segura de que voy a volver a veros…





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CÓMO DISTINGUIR UN TRATAMIENTO CORRECTO DE ACUPUNTURA

11/12/2014

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Uno de los temores más comunes al que nos enfrentamos todos cuando decidimos empezar un tratamiento, del tipo que sea, de las llamadas “terapias alternativas”, es saber si el profesional que elegimos tiene los conocimientos adecuados, trabaja bien y verdaderamente puede ayudarnos a solucionar el problema que queremos tratar. En el caso de la acupuntura, a éste miedo se suma el que mucha gente tiene a las agujas: eso de que te pinchen no es algo que agrade a nadie, y se suman temores como si duele, si hacen falta muchas agujas y dónde se ponen, si éstas son individuales…

Una manera de saber si el acupuntor está verdaderamente acreditado, sería conocer su currículum, pero, aunque esto nos puede dar una idea del nivel de estudios que éste tiene, no nos engañemos, hoy por hoy en España los estudios de acupuntura, como los del resto de terapias alternativas, no están reconocidos oficialmente y por tanto yo puedo tener muchos títulos pero ¿quién me asegura que son serios de verdad y que los conocimientos que me han aportado son suficientes?

Desgraciadamente, como todos sabemos, en este mundo de las terapias alternativas hay mucha gente que se dice profesional y que lo más que han hecho ha sido un par de seminarios de fin de semana. Entonces ¿qué hacer? ¿cómo distinguir a un profesional bueno de otro que no lo es?

En este artículo pretendo establecer unos criterios que nos ayuden a elegir a un buen profesional, en este caso, de la acupuntura. Pienso que éste es un tema bastante serio, porque estamos tratando con la salud de las personas y aunque la acupuntura tiene la increíble ventaja de no resultar perjudicial incluso si no se está empleando correctamente, si el tratamiento no es adecuado, lo más normal es que no se solucione el problema por el que nos estamos tratando, lo que desacredita a ésta terapia que, bien utilizada, tiene unos resultados estupendos, a menudo increíbles.

El primer paso para que el tratamiento con acupuntura sea efectivo es el diagnóstico del problema y la manera como lo hacemos. No me sirve saber sólo que la persona quiere tratarse, por ejemplo, de colesterol elevado. Es necesario previamente hacer un diagnóstico de Medicina Tradicional China. Éste consta de un interrogatorio previo que incluye conocer cualquier problema de salud antiguo o moderno aunque no tenga que ver, en teoría, con el problema que quiere tratarse y luego, como parte fundamental del diagnóstico, hay que mirar la lengua y los pulsos en la arteria radial de los dos brazos. Sin la observación de lengua y pulsos el diagnóstico no sería correcto pues es esto lo que nos permite comprobar los meridianos que están en exceso y los que están en defecto y esto es lo que nos permite establecer el tratamiento pues para la medicina tradicional china cualquier enfermedad tiene su origen en los bloqueos, deficiencias o excesos energéticos que aparecen en los meridianos por los que la energía circula en nuestro cuerpo. Con el interrogatorio esto puede “intuirse” pero no podríamos tener la seguridad y por tanto el tratamiento podría no ser el más adecuado al caso.

Sólo en el caso de tratamientos para problemas traumatológicos (ciática, tortícolis, lumbago, esguinces…) podríamos prescindir de la observación de la lengua y los pulsos aunque incluso en estos casos se puede obtener información adicional si se trata de un problema crónico.

Establecer un tratamiento de acupuntura sin realizar antes este diagnóstico, basándonos sólo en un diagnóstico de medicina occidental, no tendría ningún sentido pues la  medicina occidental no considera en absoluto que un problema en la circulación de energía del cuerpo pueda ser la causa ninguna enfermedad. Es más, ni siquiera tiene en consideración que ésta circulación de energía exista. Por tanto, aunque es interesante tener un diagnóstico occidental, no es en absoluto imprescindible y desde luego no es suficiente para tratar correctamente con acupuntura. Una vez realizado el diagnóstico de Medicina Tradicional China, es cuando se puede empezar a trabajar. Luego, en cada sesión a lo largo del tratamiento, se debe comenzar con una pequeña recapitulación sobre si ha habido algún tipo de cambio durante la semana (incluso cambios que aparentemente no tienen que ver con el problema que se está tratando) y, a continuación, volver a mirar la lengua y los pulsos ya que a medida que se van produciendo cambios energéticos en el cuerpo éstos van a ir reflejándose a su vez en lengua y pulsos, lo que nos va a marcar las pautas de cómo continuar el tratamiento.

El ritmo de las sesiones debe ser de al menos una a la semana para que los cambios, que al principio pueden ser “sutiles”, vayan sumándose. El tiempo que se está con las agujas puestas es entre 20 y 30 minutos y pueden usarse técnicas complementarias como moxa o ventosas.

 Con respecto al número de agujas que hace falta utilizar, en cada sesión se intenta que sea el menor número posible eligiendo para ello combinaciones de puntos que sirvan para regular varias cosas a la vez. Entre 7 y 10 puntos por sesión podría estar bien teniendo en cuenta que la mayoría de los puntos son dobles, por lo que el número de agujas sería entre 14 y 20. Esto desde luego siempre a criterio del terapeuta, que podría usar más o menos dependiendo del caso. Por supuesto que las agujas son individuales (esto me lo pregunta mucha gente) es más, son desechables, en cada sesión deben usarse agujas nuevas, cada una sacada de su envase estéril individual.

En cuanto a los lugares donde se insertan las agujas puede ser en cualquier zona corporal: brazos, manos, piernas, pies, abdomen, cara, cabeza, espalda… Los tratamientos normalmente incluyen puntos locales y distales lo que quiere decir que si voy a tratarme, por ejemplo, por un problema de estómago, la puntura incluirá seguramente algún punto en esta zona, pero también otros probablemente en las piernas y los brazos y en alguna de las sesiones, de forma más o menos intercalada, también puntos en la espalda. El tratamiento con agujas sólo en la zona local podría tener un efecto puntual de calmar algún síntoma pero lo más probable es que no resuelva el problema definitivamente.

Además el tratamiento tiene que ser equilibrado en todo el cuerpo: si sólo pongo puntos en los pies-piernas, o sólo en las manos-brazos, la energía tendería a moverse desequilibradamente y podría aparecer luego algún síntoma indeseado como dolor de cabeza, mareo, cansancio…Esta consideración no incluye cuando estamos usando terapia refleja como manopuntura, podopuntura, auriculopuntura…ya que en este caso no estamos usando puntos de los meridianos, sino puntos reflejos que sí se encuentran en una sola zona ya sea mano, pie, oreja u otros lugares.

Otro de los temores mayoritarios es saber si duele o no. Normalmente la puntura en sí no resulta dolorosa aunque puede ocurrir que en ocasiones al insertar alguna de las agujas aparezca una sensación de dolor que se irradia y que puede ser bastante fuerte: se trata del movimiento de la energía a lo largo del meridiano al que pertenece el punto. Esto se puede comprobar ya que es el propio paciente, que normalmente no conoce los recorridos de los meridianos, el que describe éste recorrido al comentar por donde ha notado la sensación. Es importante obtener, al menos una vez, algún tipo de sensación en la zona de puntura. A esto llamamos “sensación de puntura” e indica no solo que la aguja está correctamente puesta sino además que está haciendo su función de mover la energía. No obstante, en ocasiones, en algunos puntos puede no aparecer sensación, o ésta tarda mucho en presentarse, o es muy leve. Luego, a lo largo de la sesión, lo ideal sería movilizar las agujas dos o tres veces con lo que conseguimos que la energía circule con fuerza y regulamos, según la manera de “manipular” la aguja, el modo en que actúa la energía: desbloqueando una zona o aportando energía allí donde hace falta. En el momento en que se mueve la aguja puede volver a aparecer la sensación de calambre, pero esto sería en el caso más extremo: también puede ocurrir que se sienta cosquilleo, quemazón, sensación de pinchazo… 

En el resto de la sesión, cuando no se movilizan las agujas, la mayoría de las personas sienten una relajación profunda, a veces con sensación de miembros dormidos o pesados, y muchos notan como aparece una sensación de energía que recorre los miembros u otras zonas donde hay agujas e incluso como hay puntos que se relacionan entre sí. Algunas personas, cuando se aplica moxa, notan claramente cómo la energía se mueve en forma de espiral en el punto que se está tratando.

Después de la sesión normalmente la sensación es de relajación profunda pudiendo dar la impresión de que en algunas zonas ha quedado alguna aguja puesta. Esta sensación normalmente desaparece enseguida, en cuanto la persona retoma sus actividades.

En cuanto al tiempo que  lleva solucionar un problema con acupuntura, esto depende de varios factores entre los que podríamos destacar el tiempo que se lleve con el problema, la cantidad de sistemas (meridianos) que están implicados y, desde luego, la capacidad del acupuntor de realizar un diagnóstico correcto y de establecer el tratamiento adecuado. No obstante, pueden empezar a notarse cambios a partir de la primera sesión, aunque a menudo hace falta hacer tres o cuatro para que la persona se de cuenta. Al principio los cambios pueden ser tan sutiles que no parece que sea la acupuntura la que los ha causado, pues parecen cambios “normales” del propio cuerpo. En realidad es así: en cuanto la energía empieza a circular con armonía, efectivamente, es el propio cuerpo el que empieza a regular todo lo que no está funcionando correctamente. Por eso aparecen mejorías a todos los niveles, no sólo lo que he ido a tratarme, sino también cosas que, aparentemente, no tienen que ver con el problema consultado. Sin embargo, si estoy un año tratándome con acupuntura y no noto ningún cambio, es evidente que no estoy recibiendo el tratamiento correcto. Hay problemas muy complicados que pueden tardar mucho en solucionarse pero “ningún cambio” en muchas sesiones, no es normal.

En fin, pretendo con este artículo orientar tanto a las personas que hayan pensado alguna vez hacer algún tratamiento con acupuntura como a las que nunca se lo han planteado y animarles a que lo realicen pues los resultados, en verdad, son estupendos y se pueden solucionar multitud de problemas con los que no hemos tenido resultados con otras terapias, ya que si conseguimos que la energía circule correctamente por todo el organismo, todos los sistemas empezarán a funcionar correctamente, el sistema inmune será bueno y el cuerpo podrá sanarse a sí mismo de prácticamente cualquier problema. 








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ORIGEN DE LA ENFERMEDAD Y SU TRATAMIENTO SEGÚN LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA

11/12/2014

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Sabemos que existen multitud de virus y  bacterias que son los responsables de muchas de  las enfermedades más habituales y, en occidente, la manera de combatir la enfermedad es a base de medicamentos que intentan eliminar el microorganismo de nuestro cuerpo y con otros que minimicen en lo posible los síntomas. De ésta manera, se produce mucha dependencia de la industria farmacéutica pues casi para cualquier enfermedad existe el medicamento que supuestamente nos librará de nuestro mal. Así, en nuestra cultura se achacan muchas enfermedades a causas externas a nosotros mismos y la curación también a productos ajenos a nuestro organismo y que, en la mayoría de los casos, tienen efectos secundarios más o menos importantes.

Para la Medicina Tradicional China, sin embargo, la causa de la enfermedad no está en el virus o la bacteria que en occidente son considerados los principales culpables de muchos de nuestros males. Está claro que la gripe la provoca el virus de la gripe y que existen numerosas bacterias capaces de infectar al ser humano y provocarle enfermedades. Sin embargo, aunque la Medicina Tradicional China también reconoce este punto, no considera que esto sea el factor determinante para contraer una enfermedad. El factor determinante no está fuera de nosotros, sino dentro: un organismo equilibrado no contraerá la enfermedad aunque se vea expuesto a un ambiente en el que exista el microorganismo de marras.

De hecho, expuestos a microorganismos estamos siempre pues forman parte de nuestro medio ambiente. Convivimos con ellos y son imprescindibles para el equilibrio ambiental. No podemos eliminarlos así como así. Por mucho que tomemos antibióticos seguirá habiendo bacterias susceptibles de infectarnos y más cuantos más antibióticos tomemos pues éstos producen resistencias y desequilibran completamente nuestro organismo, entre otras razones al eliminar todas las bacterias beneficiosas que viven en nuestro cuerpo y que son necesarias para mantener en equilibrio nuestros procesos vitales. Tampoco podemos eliminar por más que nos empeñemos las bacterias de nuestro entorno: por mucho que limpiemos, que nos lavemos las manos, que usemos productos cada vez más agresivos, seguirá habiendo microorganismos que rápidamente vuelven a colonizar los lugares que se suponían desinfectados. Esto no quiere decir que no haya que mantener unas medidas higiénicas adecuadas, pero tampoco hay que pasarse, por ejemplo usando esos jabones antibióticos, o lavando la lechuga con esa sustancia química que supuestamente elimina todas las bacterias y que para lo que sirve es para aumentar la carga química de las verduras que ingerimos, sumándose a fertilizantes y demás sustancias que tan alegremente se utilizan en nuestra agricultura.

 Deberíamos olvidar ésta idea de que estamos totalmente a merced de los temidos virus y bacterias, y que estos pueden infectarnos en cualquier momento, y empezar a trabajar en mantener nuestro organismo en equilibrio que es la mejor manera de que los posibles microorganismos patógenos no nos ataquen.

Así, la Medicina Tradicional China considera dos factores para la aparición, o no, de la enfermedad: por un lado está el factor patógeno, en el que se incluyen los microorganismos (aunque no sólo ellos ni como el factor más importante causante de enfermedad) y por otro lado el factor antipatógeno. El factor antipatógeno es la capacidad del individuo para resistir la enfermedad: si el organismo está perfectamente equilibrado el factor antipatógeno es fuerte. Si no lo está, es débil y las probabilidades de contraer una enfermedad son mayores. El factor patógeno también varía y hay épocas o momentos determinados en que es más fuerte que en otros: por ejemplo en invierno, cuando hay una epidemia de gripe, el factor patógeno para esa enfermedad en concreto será más fuerte que cuando no exista esa epidemia. Sin embargo esto no es lo determinante para contraer la enfermedad. Una persona con un factor antipatógeno fuerte no enferma aunque el factor patógeno sea también fuerte. En cambio otra cuyo factor antipatógeno sea débil, enfermará rápidamente.

Según esto, parece lógico pensar que lo mejor para no contraer la enfermedad no está en combatir el factor patógeno sino en potenciar nuestro factor antipatógeno. En éste punto es donde se centra precisamente la Medicina Tradicional China. Ante una enfermedad no se busca eliminar al microorganismo causante sino comprobar qué tipo de desequilibrio ha causado éste en el cuerpo y una vez encontrado, devolver el equilibrio perdido. Así, cuando el organismo ha recuperado su equilibrio, es capaz de luchar por si mismo contra el factor patógeno y eliminarlo sin necesidad de productos químicos. Por supuesto que esta premisa vale también para enfermedades que no están causadas por microorganismos. Y yendo más allá, se puede trabajar antes de que aparezca la enfermedad potenciando el sistema inmune (nuestro factor antipatógeno) y equilibrando el cuerpo ya que es muy normal que todos tengamos pequeños (o no tan pequeños) desequilibrios que inicialmente no causan ninguna enfermedad en concreto pero que, a la larga, van provocando desequilibrios mayores que tarde o temprano terminarán en enfermedad. 

Hay que ser consciente de que todos esos pequeños achaques a los que no damos mucha importancia, ya que son cosas que “siempre hemos tenido” o que son “normales”  para nuestra edad (ligeros dolores de cabeza, molestias articulares, acidez “de vez en cuando”, dificultad para dormir, etc, etc) nos están avisando precisamente de esos desequilibrios: hay algo que no funciona todo lo bien que debería y es mejor tratarlo cuando es algo pequeño que cuando se ha convertido en una auténtica enfermedad: como es lógico, resulta mucho más fácil tratar un ligero desequilibrio que uno grande.

Todos estos pequeños síntomas citados anteriormente y otros del estilo, que la medicina occidental no considera importantes por ser ocasionales o ligeros, o porque al realizar distintas pruebas aparecen todos los valores dentro de la normalidad, son fundamentales sin embargo para la Medicina Tradicional China. Todos ellos junto con la observación de la lengua y los pulsos, permiten hacer una valoración global del individuo y establecer con mucha claridad dónde se encuentra el desequilibrio. A pesar de la aparente sencillez del método de diagnóstico, pues no se usan análisis, ni pruebas complicadas (lo que no quiere decir que éstas no sean bienvenidas), la precisión de éste método es total, permitiendo en muchas ocasiones apreciar desequilibrios claros en enfermedades para las que la medicina occidental no encuentra una causa.

Y una vez encontrado el desequilibrio, una de las mejores maneras de tratarlo es la acupuntura ya que, mediante las agujas, se regula directamente el flujo energético en los meridianos y esto es la base fundamental para regular el resto de los sistemas. Tenemos por tanto un método de sanación  eficaz y totalmente natural para devolver al organismo a su punto de equilibrio, de manera que todos esos pequeños achaques, o enfermedades más importantes, desaparezcan sin necesidad de fármacos.    

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CONCEPTOS BÁSICOS DE MEDICINA TRADICIONAL CHINA. LA TEORIA DEL YIN Y EL YANG.

11/12/2014

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Entender el concepto de yin y yang es fundamental para comprender la base de la medicina tradicional china pues todo, en última instancia, puede reducirse a yin o yang y esto incluye las distintas zonas del cuerpo, los órganos y vísceras, los líquidos orgánicos y el resto de los componentes del organismo, así como la clasificación de las enfermedades: se puede enfermar por exceso o deficiencia de yin o yang. Así pues, veamos un poco la base de ésta teoría, pues no es fácil entender para un occidental de qué se está hablando cuando se dice “tienes una deficiencia de yin de riñón” o “tienes un exceso de yang de hígado” si no se tiene al menos una cierta idea de lo que es yin y lo que es yang.

Se piensa que el origen del concepto de yin y yang estaría en la observación de los campesinos de la alternancia del día y la noche. Así, se denominó al día yang y a la noche yin. A partir de aquí, el concepto de yin y yang puede extrapolarse a todas las cosas y a todos los fenómenos: durante el día luce el sol, por tanto éste es yang. En la noche está la luna que sería entonces, yin. Por tanto la luz, que es diurna es yang y la oscuridad yin. El calor, que procede del sol, yang y el frío, yin. El cielo está arriba donde luce el sol, por tanto arriba y cielo son yang. En contraposición, abajo y tierra son yin. La actividad que se realiza durante el día es yang y el reposo, que corresponde a la noche, es yin. El este, por donde sale el sol, es yang, el oeste yin… como se ve, siguiendo este hilo de pensamiento, podríamos seguir infinitamente clasificando sin mucha dificultad todo como yin o yang.

 Día-noche, sol-luna, luz-oscuridad, calor-frío… desde nuestro punto de vista occidental, podría parecer que yin y yang son por tanto fenómenos opuestos, sin embargo, no es así para el pensamiento chino: yin y yang no son opuestos sino complementarios: para occidente, luz se opone a oscuridad. Para el pensamiento chino, la luz se va transformando poco a poco en oscuridad y luego ésta vuelve a transformarse en luz en un ciclo eterno y complementario: no pueden existir la una sin la otra. Además, la luz (yang) no es siempre igual: a mediodía, está en su apogeo, en lo que sería el máximo yang. A partir de aquí empieza a declinar y al atardecer, aunque sigue predominando la luz yang , el yin está ya muy presente y va aumentando a medida que la tarde avanza. Al llegar la noche el yin ha aumentado tanto que el yang ha pasado a un segundo término. A medianoche el yin está en su apogeo pero a medida que la noche avanza hacia el amanecer, la semilla del yang, que siempre ha estado allí, vuelve a crecer y el yin disminuye hasta que vuelve a hacerse de día. 

Este ciclo sigue eternamente fluyendo y representa también la transformación de las cosas: la alternancia entre yin y yang es la fuerza que mueve el universo: no hay estancamiento, sino trasformación. El fluir de yin y yang es la fuerza motriz de todos los cambios: al igual que el día se transforma en noche, las estaciones se van sucediendo: verano máximo yang, otoño, el yang declina y aumenta el yin. Invierno máximo yin, primavera, el yin declina y el yang vuelve a aumentar.

Toda la esencia de yin y yang está contenida en el famoso símbolo conocido como Tai Ji o “esencia suprema” y cuyo ideograma se traduce como “la parte en sombra de una colina” para yin y “la parte en sol de una colina “ para yang. Vemos aquí de nuevo la idea de dos conceptos complementarios que pueden transformarse el uno en el otro. La representación gráfica de yin y yang significa:  

1- Aunque yin y yang son opuestos, no se excluyen, sino que se complementan.

2-  Cada uno contiene la semilla del otro en su interior. Como consecuencia:

3- Se transforman el uno en el otro.

4- Nada es totalmente yin ni totalmente yang. 

Efectivamente, nada es totalmente yin ni totalmente yang: yin y yang no son valores absolutos sino relativos: algo es yin o yang no por si mismo sino con relación a otra cosa: por ejemplo, el agua es yin, sin embargo el agua caliente sería yang con respecto al agua fría. Y el agua fría que en principio hemos clasificado como yin, sería sin embargo yang si la comparamos con agua helada. Sin embargo las tres, agua helada, fría y caliente, serían yin con respecto a vapor de agua. Aquí volvemos a ver la manifestación del ciclo que veíamos con el día o las estaciones: el agua se transforma en virtud del fluir permanente entre yin y yang. Y así con todo.

Aplicando todo esto a la parte que puede utilizarse para diagnosticar y tratar enfermedades, podemos decir que, en el cuerpo:

Es yang lo que está arriba, afuera y atrás. Es yin lo que está abajo, adentro y delante. Por tanto yang son la cabeza, la espalda, el dorso de los miembros y el exterior (piel) y yin son los pies, el vientre, pecho, parte interna de los miembros y el interior (músculos y órganos internos). Dentro de esto hay que ver la relatividad de yin y yang: la cabeza es yang, pero dentro de ésta hay una parte yin que es la cara. Pecho y vientre son yin, pero el pecho que está más arriba, es yang con respecto al vientre. Los órganos internos son yin por estar en el interior, sin embargo, dependiendo de su actividad se clasifican como yin o yang en dos categorías: órganos (corazón, pericardio, bazo-páncreas, pulmón, riñón e hígado) que son yin y vísceras (intestino delgado, sanjiao, estómago, intestino grueso, vejiga y vesícula biliar) que son yang (el carácter yin y yang de los órganos y vísceras lo trataré en otro artículo más adelante). 

Los meridianos son también yin o yang dependiendo de la zona del cuerpo que recorran: todos los meridianos yang están en la espalda y dorso o zona externa de los miembros y se corresponden con las vísceras yang. Todos los meridianos yin están en el pecho, vientre y zona interna de los miembros y se corresponden con los órganos yin.

Con respecto a las enfermedades: cuando existe equilibrio entre yin y yang el cuerpo está en armonía y no aparece enfermedad. Este equilibrio no es estático sino que se produce por pequeños ajustes entre yin y yang. No obstante, podría ocurrir que por factores diversos ( emociones, alimentación, causas externas, etc), éste equilibrio se rompiera y empezara a dominar uno de los dos: si el yang se hace demasiado fuerte, aparecería un desequilibrio por exceso de yang y éste normalmente daría algunos síntomas de calor, que es un factor yang ( por ejemplo cara roja, sudor excesivo, sed, etc). En el caso de que fuera el yin el que se hiciera demasiado fuerte,  el desequilibrio sería por exceso de yin y podrían aparecer síntomas de frío (por ejemplo miembros fríos, deseo de tomar bebidas calientes, palidez, etc).

 Pueden ocurrir otros dos desequilibrios: el yang disminuye por debajo de sus límites de equilibrio. En éste caso el desequilibrio sería por una deficiencia de yang. Aquí los síntomas también serían de frío, no porque el yin esté en exceso, sino porque al estar el yang por debajo de sus límites normales, no es capaz de proporcionar su calor y predomina el yin. Ésta sería una situación de falso frío que en ningún caso hay que confundir con frío auténtico por exceso de yin. En el caso de que sea el yin el que está en deficiencia, los síntomas predominantes serían de calor pero, como antes, porque el yin insuficiente no es capaz de equilibrar al yang y éste se presenta como predominante. Ésta situación sería de falso calor y no debe tampoco confundirse con un calor auténtico por exceso de yang, ya que el tratamiento sería muy diferente.

La manera de diferenciar entre calor por exceso de yang y falso calor por deficiencia de yin y entre frío por exceso de yin y falso frío por deficiencia de yang, es haciendo un diagnóstico correcto que debe ser exhaustivo para no caer en errores que lleven a plantear un mal tratamiento, ya que si tenemos:

  • Calor por exceso de yang, debemos dispersar el yang.
  • Falso calor por insuficiencia de yin, debemos tonificar el yin.
  • Frío por exceso de yin, debemos dispersar el yin.
  • Falso frío por insuficiencia de yang, debemos tonificar el yang.



Así pues, la teoría del yin y el yang constituye la base fundamental para diagnosticar y tratar las enfermedades según la medicina tradicional china y es importante tener los conceptos bien claros para no cometer errores terapéuticos como, por ejemplo, dispersar el yang en un caso de falso calor por insuficiencia de yin. Esto no solucionaría la deficiencia de yin, que tiene que ser tonificado, y podría crear un problema extra pues estamos dispersando el yang que no está en exceso, sino en sus niveles normales.


Si bien la teoría del yin y el yang es la base de la medicina tradicional china, ésta no queda completa si no se conoce la Teoría de los Cinco Elementos, con la que se pueden hacer encajar a la perfección todas las piezas que forman la base sólida de ésta increíble medicina capaz de sanar trastornos tanto a nivel físico como mental y emocional. La explicación de la Teoría de los Cinco Elementos, la dejo no obstante para el siguiente artículo.  


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POR QUÉ FUNCIONA LA  ACUPUNTURA.

11/12/2014

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Casi todos hemos conocido alguna vez a alguien que ha recurrido a la acupuntura para tratar alguna molestia articular: un lumbago, un esguince o casi lo más común, como ayuda para dejar de fumar. Especialmente llamativas resultan esas chinchetitas insertadas en la oreja que a veces despiertan más de una sonrisa de incredulidad. Fuera de estos casos algo más usuales la acupuntura sigue siendo una terapia que “se oye”, se sabe que existe, pero aun es muy poco conocida en nuestra sociedad y lo que casi nadie se plantea es recurrir a ella para tratar enfermedades tan comunes como resfriados, dolor de cabeza, alergias, problemas respiratorios, digestivos, menstruales y un largo etcétera que abarca la totalidad de las enfermedades conocidas. Sin embargo el potencial de sanación de la acupuntura es impresionante.

Para la mente occidental resulta difícil comprender la manera en que actúa la acupuntura. ¿Cómo es posible que unas agujas insertadas en determinadas zonas del cuerpo, que a veces no tienen relación aparente con la patología, vayan a sanarme?. Lo primero que hay que saber es que para la Medicina China, el cuerpo es en última instancia un torbellino de energía que se condensa en diferentes grados de materialidad. En la base de todo está la energía y de ésta surgen el resto de los componentes corporales: sangre, líquidos orgánicos, esencia, órganos, vísceras, etc. Hay que reconocer el mérito a los antiguos chinos de formular esta teoría muchísimo antes de que Einsten formulara su teoría de la relatividad que llega a la misma conclusión: E=mc2. Además la Medicina China no hace una distinción entre cuerpo y mente: uno no puede separarse de la otra, son dos entidades que van unidas de manera que si la mente está afectada también lo está el cuerpo y viceversa. También es de destacar que desde los tiempos antiguos la Medicina China considerara cuerpo y mente como una sola entidad indisoluble idea que en occidente solo ha tomado vigor en tiempos mucho más modernos, con las nuevas tendencias del new age y el despegue de las terapias alternativas.

La Medicina China entiende que cuando el “torbellino “ energético que en última instancia constituye el ser circula con fluidez y armonía, no aparece la enfermedad. No obstante hay varias causas que ocasionan bloqueos en la circulación energética y cuando el flujo que debería ser armónico se desequilibra, aparece la enfermedad. Es aquí donde la acupuntura se presenta como una herramienta eficacísima para regular de nuevo el flujo energético.

Como causas de enfermedad la Medicina China considera dos grupos fundamentales: de origen interno, o factores emocionales y de origen externo, o factores climáticos. A estos dos grupos se les añade un tercero en el que se incluyen: constitución, alimentación, actividad física, traumatismos, factores patógenos (bacterias, virus, parásitos), venenos y errores terapéuticos. En circunstancias normales, ni las emociones ni el clima causan enfermedad, pero cuando uno de éstos factores se vuelve demasiado persistente, por ejemplo si por la causa que sea estamos permanentemente tristes, o si vivimos en un lugar donde está siempre lloviendo, se crea una situación de desequilibrio que acaba por afectar al flujo energético y conduce a la enfermedad.

Como ya se dijo anteriormente, la energía o Qi se encuentra en el cuerpo en diferentes grados de condensación y hay una parte del Qi que circula por todo el cuerpo de la misma manera que la sangre lo hace por el sistema circulatorio o la linfa por el linfático: es otro sistema que la medicina occidental no contempla, el de los meridianos. Estos son los canales energéticos que circulan por todo el organismo y por los que el Qi realiza distintos recorridos circulares. Además existen multitud de canales transversales de unión entre unos y otros y conexiones hacia el interior con órganos y vísceras y hacia el exterior con piel y órganos de los sentidos. Al igual que ninguna parte del cuerpo se queda sin su aporte sanguíneo, tampoco se queda sin su aporte energético (de echo para los chinos, es el Qi el que mueve la sangre y si el Qi se bloquea, la sangre no llega bien a ese lugar). Es sobre el Qi que circula por estos canales sobre el que se actúa directamente por medio de la acupuntura. Todos los meridianos tienen múltiples puntos de conexión interior-exterior que son los puntos de acupuntura. En ellos es posible mediante la acupuntura (y técnicas complementarias como la moxa, ventosas o acupresura) regular el flujo energético. En cierta manera sería como si activáramos pequeños interruptores que permiten mover la energía: donde se ha estancado, se desatasca, donde está en deficiencia se le aporta de otro lado y así, regulando este sutil flujo, tratamos cualquier enfermedad.

 Por supuesto dependiendo de la gravedad de la situación o de la cronicidad del caso el tiempo que se requiere para regular el flujo energético puede ser más o menos largo. Una enfermedad aguda, como un constipado estacional, con congestión nasal, tos, fiebre, etc, puede ser tratado con éxito con muy pocas sesiones, mientras que un problema crónico con el que se lleva mucho tiempo, incluso años, puede requerir varios ciclos de 10 sesiones cada uno hasta que consigue eliminarse completamente, aunque también puede ocurrir que en unas pocas sesiones desaparezca del todo. Esto no puede saberse de antemano, es necesario empezar el tratamiento y ser consciente de que requiere cierto compromiso y regularidad: con una o dos sesiones difícilmente podremos solucionar nada. En cualquier caso, con acupuntura ayudamos a que la energía circule mejor, por lo que los resultados van a ser siempre positivos para el organismo.

Con respecto a cómo se sabe dónde el flujo energético no circula bien, para eso se realiza el diagnóstico de Medicina Tradicional China que consta de varias fases entre interrogatorio, observación y palpación y que permite llegar a dilucidar el origen de la enfermedad ya que en Medicina China se busca siempre tratar la causa original de la enfermedad, no eliminar síntomas. Esto, que en algunos casos también puede hacerse  y a veces con resultados espectaculares, no sería eficaz por si solo, pues si no eliminamos la causa de la enfermedad tarde o temprano ésta vuelve a aparecer.

Así pues, tratando el sistema energético del cuerpo, estamos tratando la fuente original de vida y vitalidad de una forma totalmente natural ya que regulamos la base sobre la que se sostiene la salud y, como dice la Medicina China, una vez que la energía circula libremente por todos los meridianos, todos los sistemas corporales estarán equilibrados, el sistema inmunológico será bueno y el factor patógeno no podrá atacar al organismo por lo que no aparecerá la enfermedad.





   

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    Belén Benito

    Licenciada en Ciencias Biológicas. 
    Acupuntora, osteópata y quiromasajista.

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